La familia Bustamante alistó sus cosas y después del encierro por la pandemia este jueves acudieron a un balneario para distraerse y aprovechar los días de descanso.
Llegaron a Splash desde la comunidad La Roncha a primera hora para apartar un buen lugar. Para comer prepararon camarones y tostadas de soya con salsa y verdura para pasarla agradable.
Abraham Bustamante se metió a la alberca acompañado de sus hermanos, aunque el plan era subirse a algunos de los 25 toboganes con los que cuenta el parque para aprovechar su estancia.
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“Con mis hermanos allá ando, allá ando echándome clavados, me gusta, voy a meterme a todas las albercas, ahorita nada más me he metido a esta”, dijo.
Por su parte, doña Petra Bustamante aprovechó su sazón para consentir a su familia y prepararles alimentos de mar:
“Aquí estamos soya, unos camaroncitos, un duro, salsa. Vine acompañada de toda mi familia, mis hijos. En la entrada nos pidieron que trajéramos el cubrebocas, que nos chequen”.
Rosa Isela es otra integrante de la familia y también dijo que estaba disfrutando el día ya que no había tanta aglomeración de personas, por lo que el espacio era aún más disfrutable.
“Hasta eso sí se ve bien, no hay un amontonadero de gente, sí está bien, tranquilo, no me he metido al agua, me gustan los toboganes y aquí hay muchos, ya había venido antes, años pasados, pero sí”, dijo.
De acuerdo a autoridades del balneario, el cupo por la contingencia es para unas seis mil personas; sin embargo, la mañana de este día no había ni 500, pues la gente sigue temiendo contagiarse.
Durante la pandemia, el parque permaneció cerrado durante ocho meses, por lo que estas visitas significan un respiro para sus ingresos, aunque ello implique tener más cuidados con los usuarios.
Al ingresar te desinfectan, y colocan gel antibacterial, te toman la temperatura, para asegurarse de que adentro no se esparza el Covid-19.