La dura decisión de dejar de comer para estudiar, es la cruda realidad a la que se enfrenta la familia Estrada Vázquez integrada por 6 personas, donde solo alcanza para que coman dos.
"Me siento mal porque a veces no nos pueden dar de comer y nadamás les damos de comer a ellas dos. Les diría que si nos pueden ayudar", platicó Marlene Guadalupe de 10 años.
Entre lágrimas, observa a sus de hermanitas de 8 y 1 año respectivamente, pequeñas a quienes deben darle lo poco que tienen pues no les alcanza para más; viven en una casa que rentan, la cual ya tiene 7 meses de retraso en el pago mensual.
Carlitos de 13 años es el mayor de los cuatro, desde hace dos años comenzó a trabajar con tal de llevar dinero al hogar, la última vez, le ayudó a su mamá a recuperar su teléfono celular que había empeñado, pero este no sirve del todo y es el único que tienen para estudiar los tres mayores.
"Que si me pueden ayudar con un celular y útiles, para estudiar. Trabajaba para comprar un celular y estudiar y para ser alguien en la vida", relató.
Para salir adelante, su papá debe imponerse a la pandemia y salir a vender a las placitas, lo poco que gana, se abona a la renta de su casa que se compone de un cuarto en el cual improvisaron la cocina, sala y comedor, un pequeño patio donde guardan cartón que juntan para vender, un baño improvisado y un cuarto donde difícilmente se respeta la sana distancia entre seis.
"Si puedo, seguirán estudiando ellos, aunque sea con poco", subrayó Claudia Vásquez, madre de familia.
Si usted desea apoyar a esta familia que requiere de una despensa, útiles escolares, un teléfono celular y un televisor, se puede comunicar al 477 3018633 o al 2 67 2200