Con arte, familiares de personas desaparecidas recuerdan a sus seres queridos

Los talleres son impulsados por la organización Técnicas Rudas y la Deutsche Welle Akademie con el objetivo de informar y visibilizar la desaparición forzada.

Muñecas Intervenidas (Jesús Quintanar)
Sandra Rojas
Ciudad de México /

Las miradas y rostros de los más de 95 mil desaparecidos no sólo viven en la memoria y exigencia de sus familiares que los buscan incansablemente, su ausencia trascendió al arte; una canción, poema, muñeca, cartel… le ponen nombre, rostro y humanidad a las personas desaparecidas.

A través del proyecto Narrativas y Memorias de la Desaparición, los colectivos Madres en Búsqueda Coatzacoalcos, Uniendo Cristales y La Voz de los Desaparecidos Puebla, confrontan el dolor para traducir en lenguaje artístico esta problemática social.

Ana Lilia Tlalolini busca desde hace casi 5 años a su hijo Edwin Ariel, quien tenía 18 años cuando desapareció; Victoria Rosales busca a Nadia Guadalupe, su hija menor, desaparecida desde el 27 de octubre de 2017; Nayeli Téllez busca a Claudia, su hermana mayor. Las tres pertenecen al colectivo La Voz de los Desaparecidos Puebla y en los talleres de Narrativas y Memorias encontraron un bálsamo para sobrellevar el dolor y angustia de no saber nada sobre su ser querido.



“Nosotros conocimos a Narrativas y memorias a través del plantón que se tuvo que hacer para que nos establecieran la ley en Puebla de desaparecidos, nos platican el proyecto que son talleres en los que bordando una muñeca, haciendo un poema, escribiendo, a través de una pintura podemos sacar un poquito tal vez el dolor, el estrés que manejamos por la desaparición de nuestros hijos”, contó a MILENIO Ana Lilia Tlalolini.

Estos talleres son impulsados por la organización Técnicas Rudas y la Deutsche Welle Akademie en colaboración con artistas y periodistas con el objetivo de informar y visibilizar la desaparición forzada en México.

“Ninguna madre buscando sola, ninguna familia buscando sola”, es el lema con el que Técnicas Rudas acompaña a los familiares de personas desaparecidas, para Itzel Sánchez, integrante de la organización esta frase significa buscar herramientas y formas de salida para denunciar el peso de las familias en la búsqueda de sus seres queridos, pues ejercen un rol que el Estado no está haciendo.
“Ellas también encuentran una búsqueda en el arte, que con el arte también se está buscando y qué son otras formas de expresión que ellas han encontrado, porque ellas han tocado miles de puertas, ellas siempre están intentando gritar, decir, buscar, pegar papeles para buscar a sus hijos y lo que nos han comentado es que han encontrado otras herramientas de búsqueda pero también algo que puede un poco acariciar el corazón”, detalló Itzel Sánchez.
“En mi persona me han ayudado mucho porque yo me sentía muy sola y así con ellos a pesar de que no tienen familiares desaparecidos nos han cobijado han estado con nosotros en las buenas en las malas y pues los talleres que dan me han ayudado bastante”, destacó Victoria Rosales.

Los hilos y agujas fueron aliados para desenredar sus pensamientos y sentimientos en el taller de Muñecas Intervenidas y los recuerdos del ser querido se convirtieron en poesía contra el olvido.


Sandra Reyes, artista plástica y titiritera fue la encargada del taller de intervención de muñecas en el cual buscó que a través del arte se canalizarán las emociones de los familiares al intervenir los cuerpos de las muñecas con palabras, fotografías y mensajes.

“Digamos que son cuerpos como tatuados y tienen frases o palabras muy potentes, entonces en este proceso se van generando relaciones y mensajes que nos van diciendo que ellas que se sienten muy bien, se sienten mucho mejor, tienen una herramienta para poder decir lo que sienten”, explicó Sandra Reyes.

Antes de los talleres, muchas de las madres que participaron no habían participado en la creación de piezas artísticas, esto supuso un reto para ellas sobre todo porque al estar acostumbradas a ser siempre fuertes en la búsqueda, ahora tenían que dejar salir sus emociones.

“No soy muy de la costura, no le veía cómo qué para qué, pero trate de hacer algo, para empezar algo que nace de aquí, algo que nace de ti en cada momento pensando en él y que queda algo plasmado. Fue un florecer de sentimientos que quizá no los hubiera podido sacar en otro momento”, expresó Ana Lilia Tlalolini.
“A través de eso pues sentir que hay algo de mi hermana hecho por mis propias manos con todo el amor”, finalizó Nayeli Téllez.

OC

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