Seis días después del primer incidente en los ductos y Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha determinado las causas que originaron la fuga de gas butano en la colonia Las Flores en Ciudad Madero.
Y las familias que desalojaron, desesperados al no haber una solución y complicarse su estancia fuera de sus hogares, decidieron regresar y encomendarse a Dios por si llega a ocurrir un accidente.
En la calle Jacarandas de este sector y al menos seis calles a la redonda que conectan con la misma, se percibe un fuerte olor a gas.
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A los minutos de estar expuesto, comienzan algunos malestares como dolor de cabeza.
Las familias que por la tarde noche del martes abandonaron sus casas por recomendación de Protección Civil y el Ejército Mexicano, han decidió regresar a sus casas, por lo difícil que ha sido intentar dormir en casas ajenas, aunque sean de familiares.
“No he dormido nada, es como una pesadilla, no poder estar en nuestras casas y aquí no nos dicen cuando reparan, ya mejor nos regresamos, ni modo, que sea lo que Dios quiera con este asunto de la fuga de gas”, dijo una de las vecinas.
Y es que niños y adultos han presentado vómito ante el olor del gas en sus casas, por eso han tenido que comenzar a cerrar las rendijas de las puertas y ventanas para aminorar está situación
“Mi hijo venía de jugar fútbol, ni siquiera alcanzó a llegar a la puerta de la casa cuando ya se estaba vomitando, yo empecé con lo mismo un día después, sí nos está afectando mucho”, argumentó otra afectada. Mientras tanto, en la colonia se escucha el estruendo de las máquinas al chocar con la tierra durante las excavaciones. Ya son más las que Pemex ha hecho en la calle sin pavimentar. Al mismo tiempo se ve más actividad en las casas por parte de las familias que decidieron volver pese al peligro que esto representa.
Hay amas de casa que regresaron a lavar la ropa o inclusive limpiar algunos tejados, mientras que a escasos metros personal de Pemex labora para encontrar la tubería que está averiada.
Al ritmo de la música de “Los Temerarios” a todo volumen, suena “Es ella la causa”, lo que demuestra la calma con la que algunos habitantes han tomado este problema.
Hay personas que deciden estar de día en sus casas y de noche se van, toda vez que tienen que utilizar la despensa de su hogar para comer y no tener que estar gastando en la calle.
Increíblemente hay residentes de colonias aledañas como la Adriana González del Hernández” (Chipús) que no saben qué es lo que sucede, ya que toda esta semana han sido ajenos a esta situación que también los afectará en caso de que pueda ocurrir una explosión.
“¿Qué van a construir ahí?”, preguntó un hombre que pasó en su motocicleta por el lugar que se encuentra acordonado, con maquinarias, lleno de obreros de Pemex y soldados.
Ir a un albergue, el dilema
Trascendió que por la noche de este jueves, personal de Petróleos Mexicanos y Protección Civil de Ciudad Madero ofrecieron a los habitantes afectados dirigirse al albergue habilitado en el gimnasio Benito Juárez, donde habría también alimentos, sin embargo algunos se opusieron debido a que está muy retirado, por lo que una vecina les facilitaría un salón de eventos, junto a una panadería, a una cuadra de la zona de obras, para que pasaran ahí la noche.
SJHN