Tras más de tres meses de que un grupo de familias cristianas fue desplazado de sus comunidades por un presunto conflicto religioso en el municipio de Huejutla, la Directora de Asuntos Religiosos del gobierno de Hidalgo, Margarita Cabrera Román, informó que finalmente las mesas de negociación para resolver este conflicto han avanzado.
Fue en abril pasado que 151 personas, de las comunidades de Coamila y Rancho Nuevo, abandonaron sus localidades presuntamente al negarse a realizar faenas comunitarias que incluían templos católicos.
Al negarse a apoyar a la mayoría católica, las autoridades auxiliares de las comunidades impusieron multas a los cristianos quienes también rechazaron pagar estas, por lo que abandonaron sus comunidades y se refugiaron en el auditorio de la localidad de Colalambre, donde han permanecido.
La funcionaria estatal informó que a partir del 29 de julio iniciaron dialogo con las partes involucradas, con quienes han realizado 17 diálogos.
De estas mesas, dijo, se han logrado avances que mantienen en un “punto crucial” la solución del problema , pues dijo que la comunidad Bautista ha externado su voluntad de pagar las faenas y reincorporarse a sus hogares; mientras que las autoridades auxiliares y vecinos han manifestado su mejor disposición incluso la faena se dé acorde a un plan de pago del que no reveló monto o si será con trabajo comunitario.