Pese a que José Alfredo Díaz Moreno, presidente municipal de Tlahuelilpan, ha explicado a los deudos de las más de cien personas que perdieron la vida el 18 de enero de 2019, tras la explosión de una fuga de combustible de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el predio de San Primitivo, ubicado en este municipio, que sería peligroso alzar este memorial, continúan insistiendo en que sea en lo que llaman “la zona cero”.
Indicó que, un memorial implicaría que, por tradición y cultura, se colocaran velas lo que podría provocar una situación peligrosa en la zona, pero esto no detiene el deseo de los familiares de colocar este espacio para seguir recordando a sus seres queridos que perdieron la vida tras esta situación.
“Por una cuestión lógica, ahí pasan los ductos de hidrocarburo, entonces un memorial requiere de velas y eso podría provocar que fuera un foco alarmante y que pudiese prestarse a que se desencadene en otra explosión.El gobierno federal, a través de Pemex, se acercaron a nosotros para tratar de sensibilizar a los deudos, de poder cambiar la idea de que el memorial estaría bien en otro lugar, y que esa zona sea protegida para que no vuelva a ocurrir otra desgracia”, indicó el edil.
Apoyos incompletos
Así también, Díaz Moreno indicó que la situación para las personas que perdieron a un familiar en esta desgracia que colocó a Hidalgo en titulares nacionales e internacionales, no ha cambiado y que hubieron “falsas promesas de diferentes funcionarios a nivel estatal, así como federal”.
“El gobierno federal solo autorizó 41 proyectos de los 141 que se habían pactado para las familias que, prácticamente, perdieron todo, pero además de eso, el equipo que se les dio para estos proyectos llegó a mediados de 2019, en plena pandemia en donde todo estaba cerrado, no había actividad por lo que la mayoría vendió todo.Se dieron instrumentos para panadería, repostería, material de carpintería y lo vendieron, y solo conocemos de dos a cuatro personas que continúan a la fecha con lo que se les dio”, detalló el alcalde.
En este contexto, hizo un llamado al gobierno federal, así como al estatal “a que vean a las familias que, incluso, existe la posibilidad de que, acepten el cambio del memorial y la compra de los terrenos, por lo que estamos hablando de entre 10 a 12 millones de pesos, que puedan llegar a un acuerdo para que puedan seguir trabajando las familias y apoyarlos con gastos sobre todo de las y los niños que se vieron afectados por la situación y la muerte de sus padres”, dijo.
La primera piedra
El 18 de enero de 2020, en el primer aniversario de la explosión de Tlahuelilpan, Diana Álvarez Maury, subsecretaria de la Secretaría de Gobierno, entre otros funcionarios, así como familiares recordaron a las 137 víctimas de esta explosión con la colocación de la primera piedra de su memorial, así como con una misa.
En junio de 2020, en sesión del Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el comisionado presidente, Francisco Javier Acuña Llamas, solicitó revocar la respuesta que proporcionó la Segob con respecto a la construcción de este memorial, después de que la dependencia emitió un boletín con motivo del primer aniversario de estos acontecimientos, además de numerosos lesionados y revelaba que se estaban haciendo gestiones por el gobierno Federal para adquirir el terreno.
"Si bien la Segob no es la ejecutora de la obra, pero sí es la que le dio cauce y la que le ha dado seguimiento por parte del Poder Ejecutivo Federal para que esa obra se cristalice y no se quede como una promesa incumplida", indicó Francisco Acuña hace casi tres años.
Después de casi cuatro años, familiares de al menos 12 de las víctimas, construyeron algunos mausoleos en la zona cero de la conflagración, mismas que se ubican sobre el canal de riego de esta zona de plantíos que aún continúa siendo utilizada para este fin, en donde los recuerdan a casi cuatro años de este lamentable suceso.
Recuadro
La explosión en Tlahuelilpan se produjo cuando centenares de vecinos aprovecharon una fuga en una toma de Pemex para sustraer gasolina, justo después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador hubiera declarado el combate frontal contra esta práctica.
El mausoleo sería diseñado por el arquitecto Octavio Buitrón Hernández y que su construcción iniciaría una vez que se entreguen las escrituras de la zona cero.
Detallaron en su momento que el polígono de construcción estaría en la franja por donde pasa el ducto en donde ocurrió la explosión, “el área mide 25 por 130 metros”.
Cifras
137 decesos se confirmaron de forma oficial: 69 personas fallecieron en el lugar y de los 81 hospitalizados por quemaduras, murieron 68; sólo 13 fueron dados de alta con lesiones
12 víctimas cuentan con pequeñas capillas en la zona cero realizadas por sus familiares
4 años se cumplirán de esta desgracia el próximo 18 de enero de 2023