La Cueva de los Murciélagos era la postal de la familia Díaz Tapia que decidió llevar cortes de carne, salchichas, verduras para hacer una salsa picante y un par de tostadas para disfrutar de un corte asado a los pies de un río conocido como La Chueca, que refrescaba la tarde de los paseantes.
De manera general, la familia Díaz Tapia comentó que son de Monterrey, Escobedo y Guadalupe, pero que decidieron irse a Santiago para tener otros aires, fotografiarse con la presa La Boca, que llamaron la presa seca.
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“Pues es asueto, una carnilla, unos botes y aquí bien tranquilos, para regresar mañana a trabajar si Dios quiere”, dijo Gonzalo Díaz en una plática con este medio.
Cuando la familia Díaz fue informada que la iban a fotografiar, comenzaron a sacar las tostadas y organizarse para la captura que, dijeron, es buena para un día relajado.
Mientras se alistaban, dos trabajadores llenaban un tambo de agua para llevarlo a la parte comercial, ahí había decenas de elotes asados, frituras, rusas, tepaches, pan de elote, miel y demás novedades que formaban parte de la gastronomía santiaguense.
Cerca del acceso a las compuertas de la presa se encontraban dos familias que disfrutaban la sombra de los gigantescos árboles, pero como estaban tan relajados, decidieron no dar entrevista.
Durante el recorrido de la plataforma MILENIO-Multimedios, más de cinco unidades de Fuerza Civil y de la policía municipal de Santiago patrullaban la zona para estar al pendiente de cualquier inconveniente o situación que pudiera presentarse de inseguridad.
“¿Podemos salir en la foto?”, preguntó un menor que estaba con su padre cocinando pollo y carne en un asador pequeño en el lado de la presa.
Cuando el menor fue fotografiado y su padre también moviendo los cortes, apareció un perro de la raza Husky bastante juguetón que interactuó con los paseantes.
“¡Falto yo!”, gritó un joven que de inmediato hizo una seña con la palma de la mano y llamó a sus amigos que paseaban en motoneta para que quedara el registro de su visita a la presa La Boca.
Los patos y los ponys eran los principales que se llevaban los reflectores de las cámaras fotográficas y de celulares, pues los más pequeños de casa disfrutaban un paseo en el pony.
La zona comercial Los Cavazos lució abarrotada, principalmente de personas que compraban comida, golosinas y hasta muebles para el hogar.
Los comercios de comida como el pan de elote y los dulces de leche quemada registraban filas de hasta ocho personas, mientras que los especializados en muebles tenían poca afluencia, pero con ventas.
Pero no solo en Santiago se aprovechó el asueto, también en el centro de Monterrey había una gran cantidad de gente en el supermercado de Aramberri y en el tradicional Colegio Civil, comprando artículos.
…Y otros optaron por darse una vuelta por el Santa Lucía
Otro lugar preferido por las familias fue el Paseo Santa Lucía y la Macroplaza, los cuales lucieron abarrotados durante todo el día de asueto.
Los visitantes refirieron acudir desde diferentes municipios con la finalidad de aprovechar el día de descanso y también del buen clima, para dar un paseo en familia.
En el área de la Macroplaza se pudo observar una gran cantidad de personas, disfrutando de un elote, viendo las artesanías y recorriendo uno de los puntos turísticos más visitados de la ciudad que el Paseo Santa Lucía.
Otro de los lugares donde hubo afluencia de personas fue el Parque Fundidora, donde las personas pasearon en bicicletas y otras aprovecharon para recorrer el Puente Verde, tomarse fotos y caminar por los jardines del Parque España.
mrg