Extrovertida, una mujer preocupada por su hijo, sonriente, amable e interesada por el arte son algunas de las características que describen la personalidad de Luz Raquel Padilla Gutiérrez, quien murió el martes luego de haber sido agredida y quemada a unas cuadras de su domicilio, en un parque en plena vía pública en el municipio de Zapopan.
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Tenía 35 años, era madre de un niño de 11 años y formaba parte del colectivo Yo Cuido México, pero su participación dentro de los colectivo le permitió también ser también miembro activo en algún momento del colectivo Me Cuidan Mis Amigas, un espacio destinado para dar acompañamiento a mujeres vulneradas y en situación de violencia.
Raquel era una mujer resiliente que, exigía verdad, justicia y protección para su hijo autista, ella era su cuidadora, su madre, su sostén y la mano que lo arropaba cada día, se lee en uno de los tweets que describen a la joven activista.
"El agresor sigue fregando, fregando se metió con mi hijo de manera formal diciéndole a mi hijo mongol, que era un estúpido, palabras altisonantes", se lee en la publicación.
Desde hace dos años eran víctimas de violencia familiar y comenzó a vivir también violencia por parte de su vecino que vivía en el departamento de enfrente en la colonia Jardines de Zapopan, y al que apodan 'El Checo'. En varias ocasiones a la puerta de su departamento dejaron bolsas con viseras, amenazas pintadas en la pared del edificio, por lo que levantó una denuncia en el Centro de Justicia para las mujeres.
Recibió constantes amenazas de muerte en su domicilio en contra de ella y su hijo debido a la intolerancia por los ruidos que su hijo hacía en los momentos de crisis.
Ella sobrevivió a un ataque con cloro de uso industrial en la zona del tórax por lo que presentó una denuncia ante la comisaría de Zapopan sin recibir debida atención ni seguimiento a su denuncia, solicitó ser integrada al programa Pulso de vida con el objetivo de recibir protección debido a las constantes amenazas y violencias que recibía por el comportamiento de su hijo menor de edad con autismo; sin embargo, le negaron ser integrada al programa al considerar que las amenazas que recibía por parte de 'terceros' no eran causa suficiente para ser beneficiada, señaló la colectiva Yo Cuido México.
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A través de sus videos en TikTok, comentó que su hijo, padecía también epilepsia, por lo que sufría de convulsiones constantemente, decía que tenía que centrarme en su hijo, y ya no podía desgastar su energía.
"Más o menos convulsiona unas diez veces al día y necesita una resonancia magnética (lagrimas ) y un tratamiento que se llama inmunoclobulina, cada frasquito cuesta alrededor de 18 mil pesos y mi hijo necesita 18 y entonces tengo que centrarme en él", dice la publicación.
Ahora colectivos, familiares y vecinos se han unido para pedir justicia, además de pedir a las autoridades que este caso de feminicidio no quede impune.
MC