El pabellón Guanajuato, además de ofrecer un sinfín de productos hechos por guanajuatenses, brindó a sus asistentes un show circense a cargo de la primera escuela y compañía de circo en León conformada por talento local, el director Josafat Huerta, destacó que la compañía se formó hace siete año y la escuela hace doce.
El show que se presentó de lunes a viernes en las instalaciones de feria, consistió en diferentes actos aéreos los cuales exigen a los artistas fuerza, flexibilidad y acrobacia como lo son: trapecio, aro, red, telas y straps.
También presentaron un número llamado “Rueda Cir”, consiste en girar dentro de un aro sin perder el equilibrio, además hubo baile en grupo y solos de bellydance, para amenizar la función.
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El estilo de esta producción fue una combinación medieval fusionada con árabe, debido a que contaban con tres instrumentos: gaita alemana, tambor bombo y tabla egipcia; la música era reproducida en vivo, por músicos guanajautenses.
Mencionó su director Josafat Huerta, que el objetivo de este montaje, fue atraer la atención de más personas al pabellón, para que a la vez que disfrutaban del espectáculo, podían dar un recorrido y apreciar los productos que ofertan los guanajuatenses.
“Es un show de danza, circo y acrobacia que nos está ayudando a todo el pabellón Guanajuato, a acercar más a la gente. Hacemos que la gente venga, se entretenga y pase un rato más ameno aquí en el pabellón”, destacó Huerta.
Comentaron los artistas circenses que la respuesta del público fue “muy buena”, y que lo pudieron apreciar en sus expresiones y aplausos, incluso la asistencia aumentó en el recinto y se logró el objetivo, cerrando su última función con un gran número de personas.
“Es bien gratificante para nosotros como artistas ver cómo la gente se divierte, se queda con nosotros, ven el show completo, nos aplaude y aun así se quedan todavía más al pabellón” dijo Josafat.
Comentaron que uno de los retos a los que se enfrentan, es el cansancio físico ya que se presentaban de lunes a viernes en el horario de 7:00 a 8:00 de la noche, en el escenario de dicho recinto, aunque resaltaron que la pasión que sienten por lo que hacen, supera cualquier dificultad.
Adrián Rodríguez, uno de los acróbatas principales del show, explicó que inició en los semáforos haciendo acrobacias, malabares y fuego. Posteriormente conoció la escuela y fue donde desarrolló aún más sus habilidades, convirtiendo su pasión en su profesión.
“Empecé a hacer circo, en el semáforo, porque veía a los chavos de ahí y decía ´ ¡hay qué padre!´ poder hacer todo eso, pero se fue de ahí del semáforo y ahora se trajo a un escenario. Puedo expresarme (con el arte circense) y ser yo tal cual, y que puedo ganarme la vida haciendo esto, me llena es lo que más me gusta de ser artista circense y de formar parte de esta compañía”, aseguró Adrián.