El camino del ferrocarril en el desarrollo de Jalisco

En el Jardín de San Francisco se construyó la primera estación en 1888, y 58 años después comenzó su traslado hasta la avenida Agustín Yáñez, donde permanece hoy.

La llegada del primer tren en Guadalajara el 15 de mayo de 1888 (Libro Guadalajara: Identidad Perdida)
Enrique Vázquez
Guadalajara /

La Estación de Ferrocarril de Guadalajara fue construida primero atrás del Jardín de San Francisco en 1888 y hacia 1946 comenzó su traslado al sitio en donde permanece hoy en la avenida Circunvalación Agustín Yáñez, entre 16 de Septiembre y Colón, y que dejó de funcionar en 1998, según comenta Ignacio Gómez Arriola, perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Los cambios corresponden al desarrollo y crecimiento que tuvo la ciudad de Guadalajara, no se tiene el dato de quiénes las construyeron, ya son proyectos que venían desde la Ciudad de México. La segunda estación que conocemos es un buen ejemplo de lo que fue el estilo moderno en arquitectura, particularmente en una capa que se llama Movimiento Internacional, son paredes cristal, transparentes y espacios muy amplios, corresponde a ese periodo. Fue la gran explosión de Guadalajara, se hicieron la ampliación de todas las avenidas, se habla de la ciudad crucificada por González Gallo que comienza la modernización de la ciudad”, explica el experto.
Tendido de las vías hacia la estación cercano al actual Museo de Antropología (Libro Guadalajara: Identidad Perdida)

Javier Hernández Larrañaga detalla en su libro Guadalajara: Identidad Perdida que en la década de 1860, el Ferrocarril Central Mexicano en su expansión al Occidente del país sólo había llegado hasta Irapuato. Fue Ramón Corona quien se empeñó en lograr su prolongación hasta Guadalajara y decidió ubicarla estación a cinco cuadras de la Plaza de Armas, el tramo de las vías debía bordear el Agua Azul y girar hacia el norte.

El 15 de mayo de 1888 llegó el primer tren a Guadalajara procedente de la Ciudad de México. “Se inauguró con una refulgente locomotora de vapor con cuatro carros Pullman de primera clase, uno del exprés y cuatro vagones también de primera clase. El convoy había salido de la Ciudad de México el día 14 a las cinco de la tarde, hizo escalas en Tula, Irapuato y La Barca. Llegó a las cinco de la tarde a la explanada del Agua Azul el último tramo lo recorrió lento. Fue una gran celebración con fuegos artificiales y verbenas populares y un esplendoroso baile en el Teatro Degollado”, escribe el autor.

Estaciones del ferrocarril en Guadalajara

Los Ferrocarriles Nacionales de México construyeron su estación en pleno Centro de Guadalajara en 1888, atrás del templo de San Francisco, en terrenos que habían ocupado las huertas que llegaban casi hasta la arboleda de los manantiales del Agua Azul.

Contaba con una plazuela con calles empedradas, rústica pueblerina, limitada por el jardín de San Francisco. En un polígono que hoy forman aproximadamente la avenida Revolución, Colegialas, Corona y 16 de Septiembre.

Hernández Larrañaga señala en su libro que el patio de los andenes terminales constaba de nueve juegos de paralelas que podían albergar a igual número de trenes.


Era una modesta finca de ladrillo, madera y lámina. Esa fue la estación por la que pasaron el general Ramón Corona, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Victoriano Huerta, Francisco Villa, Los Cristeros, los pelones, las soldaderas. Tenía el estilo de los que solía construir el ingeniero Antonio Arroniz: la sala de espera anexa a las taquillas y los andenes interiores, no eran más que un simple cobertizo, con columnas y vigas de madera que soportaban un frágil techo de lámina de zinc.

Allí permaneció hasta 1948, fue durante la administración del gobernador González Gallo que comenzó el traslado de la estación hasta el lugar en que se conoce hoy y el tramo de las vías se convirtió en la avenida 16 de Septiembre.

La estación fue construida y operada mayoritariamente por capital norteamericano, la ingeniería era básicamente inglesa, de manera que el hospital de ferrocarriles se construyó con ese estilo. Estaba ubicado en la avenida España entre la avenida 16 de Septiembre y Nicolás Régules, a 60 metros de las vías, el edificio fue demolido.

Los Ferrocarriles Nacionales de México construyeron su estación en pleno Centro de Guadalajara. (Libro Guadalajara: Identidad Perdida)

En los planos de la ciudad de las dos primeras décadas del siglo XX aparece trazada una estación de Ferrocarril en las calles de Clemente Orozco, Ignacio Ramírez, Juan Álvarez y Herrera y Cairo, de haberse realizado habría sido la obra más trascendente del gobierno de Manuel M. Diéguez.

La estación no se construyó, pero el ferrocarril que saldría de dicha estación sí en 1916, cambiaron los planes, se construyó un tramo que fue de la conexión con los Ferrocarriles Nacionales de México hacia Acatlán de Juárez y Carranza inauguró esas nuevas instalaciones, sin embargo el funcionamiento de este ferrocarril a Chamela permaneció estancado luego lo revivió Guadalupe Zuno y lo continuó hasta Cocula. Se inauguró ostentosamente en marzo de 1919.

Fue el noruego Christian Schjetnan quien obtuvo la concesión en 1917 para construir y operar el ferrocarril a Chapala que se hizo desde el entronque con los Ferrocarriles Nacionales de México en la estación de La Capilla y fue inaugurado en 1920. El tramo era La Capilla, Ixtlahuacán de los Membrillos y el potrero de El Molino, las faldas del cerro El Chihue, hasta llegar a Santa Cruz de la Soledad y de ahí a Chapala. La Estación de Chapala fue construida por el arquitecto Guillermo de Alba bajo un estilo ecléctico y como parte de la celebración se ofreció un banquete en el Hotel Palmera.

SRN

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