La coordinadora general del programa Fertilizantes para el Bienestar, Areli Cerón, informó que han atendido a 334 mil 091 beneficiarios hasta el 15 de agosto, de los cuales 43 por ciento son mujeres y 57 por ciento hombres. Así como el apoyo a 66 mil 505 productores indígenas y 510 mil 332 superficies beneficiadas.
Durante la conferencia vespertina de los programas sociales, Cerón dijo que la región de Montaña y Costa Chica de Guerrero, son las zonas que ocupan el 80 por ciento de los apoyos, debido a dos variables: la vocación agrícola de las regiones y porque son los más necesitados.
El programa tiene como objetivo impulsar la producción de los cultivos prioritarios de los productores de pequeña escala, es decir, los que tienen hasta cinco hectáreas, mediante la entrega de fertilizantes en zonas de atención estratégica para la producción de alimentos.
“En el estado de Guerrero hemos contemplado el maíz, frijol y arroz. Afortunadamente cuenta con las condiciones para la producción de estos alimentos básicos para los mexicanos y el apoyo se está dando en los 81 municipios de la entidad”.
Dentro de la estrategia de atención, indicó que se optó por entregar 150 kilogramos de urea por hectárea y 150 kilogramos de fertilizante DAP (fosfato diamónico) para lograr el balance de nutrimientos vegetales recomendados por instituciones educativas y de enseñanza superior en el estado de Guerrero. De esa manera se apostó cambiar un insumo que se utilizó por varios años como es el sulfato, por la urea.
La meta inicial para este año era beneficiar a 280 mil productores, pero luego del trabajo conjunto de las autoridades federales, estatales y municipales, así como el apoyo de la Secretaría de Bienestar, la cobertura se amplío a 335 mil agricultores. Cerón detalló que “por medio de 144 reuniones, se logró el ampliar ese padrón y lograr incluir a más de 120 mil productores”.
Asimismo, Miguel García Winder, subsecretario de la Secretaría de la Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), especificó que México es un país megadiverso en suelos, al contar con 26 de los 32 grupos de suelos reconocidos internacionalmente. En tanto, la agricultura ocupa alrededor de 26 por ciento de los suelos del país.
“De ahí la importancia de la interacción de lo que hagamos en agricultura y la conservación de los suelos, lamentablemente en México, los datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y otras instituciones, nos muestran que al menos 64 por ciento de nuestro suelo agrícola tiene algún daño, ya no tenemos tiempo que perder”.
En ese sentido, subrayó que la Sader y la subsecretaría están trabajando para transformar los suelos agrícolas en seis ejes principales: reducir la pérdida del suelo, mejorar su biodiversidad, fomentar el equilibrio en los ciclos de nutrientes, gestionar el agua en suelos agrícolas. Así como restablecer su calidad y disminuir la pérdida de salinización y alcalinización.
dmr