La marcha “del luto y la indignación” reunió ayer más de 10 mil estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) quienes confluyeron en la plaza de la Liberación para demandar seguridad, luego de la muerte violenta de dos estudiantes y la agresión a una tercera en hechos diferentes ocurridos la última semana.
Tras el mitin multitudinario, el gobernador del estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, ofreció apoyo total a los estudiantes y fijó un plazo de 15 días para “poner orden” en la zona del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). El anuncio lo hicieron los representantes estudiantiles y fue confirmado posteriormente por el mandatario estatal en Casa Jalisco.
“En quince días (vamos) a tener toda la infraestructura lista alrededor del CUCSH. Tenemos año y medio trabajando con otros centros universitarios, donde hemos hecho algunas obras, donde hemos venido avanzando, pero en el caso concreto del CUCSH vamos a revisar. Nos piden inclusive algunas zonas poderlas hacer peatonal, el revisar algunos semáforos y todas las peticiones que me plantearon”, sostuvo por la tarde, luego de dos días consecutivos de protestas masivas tras la muerte de la joven Bárbara Daniela Guerrero Beltrán, alumna del segundo semestre de la carrera de Relaciones Internacionales, atropellada por un camión del transporte público en las inmediaciones del campus universitario. Un plantel donde se había solicitado reiteradamente apoyo para la seguridad y el tránsito. Peticiones que, contrario a la declaración de funcionarios de Movilidad y del jefe del Ejecutivo, fueron desoídas.
La marcha del luto y la indignación comenzó ayer antes de las 10:00 horas con la conformación de tres contingentes, los cuales avanzaron desde la glorieta de La Normal, la glorieta de La Bandera y la fuente Olímpica para confluir en el centro de la ciudad, inundando las calles con sentidas consignas y también gritos de desahogo y coraje.
“¿Cómo estamos?... ¡Hasta la madre!”, coreaban miles en grandes vías como la avenida Federalismo, Juárez, Revolución, Independencia, ante el azoro de los transeúntes que se detenían fotografiarlos o grabarlos con el celular.
“¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora!”... “¿Por qué? ¿Por qué nos asesinan?”.... “Señor, señora, no sea indiferente... Se matan estudiantes delante de la gente”. Frases que se repitieron hasta que varios, a pesar de instar con el megáfono, quedaron afónicos.
Los contingentes arribaron hacia las 11:15 horas al centro histórico tapatío y tomaron la calle Ramón Corona por enfrente de la Plaza de Armas y el Palacio de Gobierno, a donde gritaron más consignas y algunas ocurrencias estudiantiles. Los preparatorianos y universitarios terminaron su andar en la Plaza de la Liberación y en un pequeño templete, el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), Jesús Medina Varela, leyó el pronunciamiento de los manifestantes: Reclamaron mayores condiciones de seguridad en torno a los planteles; y mejora real y sustancial en el servicio de transporte público y en los trayectos a las escuelas.
“Del 2017 al 2018 llevamos 800 incidentes relacionados con violencia: asaltos, acoso. Llevamos seis estudiantes asesinados en dos años, llevamos dos feminicidios”, enumeró Medina Varela, tras afirmar que el problema no es sólo un accidente trágico, ni sólo de los estudiantes: “Ha habido más de 270 muertes relacionadas con el transporte público y ya estamos hartos. Estamos hasta la madre de tanta inseguridad”, espetó.
Las autoridades universitarias fueron discretas y no tuvieron intervención. Tras Medina, el líder del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UdeG, Jesús Palafox Yáñez, fue el último que dio un mensaje contundente: “El gobierno de Aristóteles Sandoval fracasó en dar oportunidades a los jóvenes y en materia de transporte”, y permitió que los concesionarios se enriquecieran lucrando con un servicio de mala calidad que explota tanto a los trabajadores como a los usuarios.
El mitin fue breve y la marcha del luto y la indignación se disolvió para que cada grupo regresara a su plantel universitario, tras entregar un pliego petitorio a la Secretaría General de Gobierno y al Ayuntamiento de Guadalajara.
En tanto, una comitiva de estudiantes, junto al presidente de la FEU y el rector del CUCSH, Héctor Solís Gadea, fueron recibidos por el gobernador Aristóteles Sandoval en el Palacio de Gobierno. La reunión se prolongó más de una hora y estuvieron presentes también titulares de Movilidad, de la Fiscalía General y representantes de cuerpos de Seguridad del estado.
“(El gobernador) en quince días se comprometió a poner orden en la zona del CUCSH. Este fue un planteamiento muy puntual que hizo. Ellos nos plantean que ya hay una mesa de trabajo con Movilidad, nosotros les dijimos que obviamente no somos ingenuos, sabemos que ellos ya se van a retirar, entonces estamos demandando que para que esta mesa se instale esté el Imeplan”, anunció el líder estudiantil.
La petición busca asegurar que los acuerdos tendrán seguimiento ante la inminente llegada de un nuevo gobierno estatal. En la reunión, los estudiantes aprovecharon para denunciar “la simulación en la implementación del programa Sendero Seguro” y demandaron que se establezca una partida financiera para éste en el Presupuesto estatal 2019.
“Que se dote de los recursos necesarios a los Ayuntamientos para que se implemente el programa”, recalcó.
El líder de la FEU señaló que el municipio donde más incidentes se reportan es Guadalajara, cuyo alcalde, Ismael del Toro, también recibió a los estudiantes ayer por la tarde. Finalmente se confirmaron tres reuniones para este jueves: dos de ellas en la Secretaría de Movilidad en la que estarán presentes el director del Imeplan, Mario Silva, y el comisario de Seguridad de Guadalajara, Isaías Domínguez. Al mediodía los recibirá el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, en la presidencia municipal.
SRN