Las altas temperaturas generadas por el cambio climático y la sequía que actualmente se vive, ha traído consigo una serie de afectaciones, entre ellas a la flora y la fauna, poniendo en riesgo la desaparición y la disminución de algunas especies.
José Luis Francisco Sandoval Elías, coordinador de la División Regional de Ciencia Animal que tiene la carrera de Médico Veterinario Zootecnista en la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”, manifiesta que el calor afecta de manera general a los animales en los procesos productivos, así como en los animales de compañía.
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De acuerdo con datos de investigaciones hechas de manera conjunta entre estudiantes de medicina veterinaria con especialistas en biología, ecología, entre otros, en la región se ha visto una disminución en especies endémicas como la lechuza de tierra, conocida como mochuelo, la serpientes alicante, zorro, conejo, mapache, venados cola blanca, venado bura, coatí, osos, aves canoras como el cenzontle, jilguero, petirrojo, cardenal. Estas especies, han disminuido su población, tanto por el cambio climático, la deforestación y por la introducción de especies que no son propias de la región.
En La Laguna, dijo, existe una población importante de loros y pericos que la gente ha comprado y que luego las libera o se les escapa, lo que ha provocado que crezca su población, desplazando a algunas aves de la región.
En el caso de la lechuza de tierra, explica, para poder cazar necesitan elevarse, por lo que en alguna ocasión se recomendó que en el área rural se pusieran postes muy altos en forma de T con la intención de permitir que estas aves reposaran y se les diera la oportunidad de cazar, ya que son excelentes en el control de la fauna nociva, sin embargo al igual que las águilas y los halcones han sido cazados por la gente como un trofeo.
“A las lechuzas las cazan no solo como una pieza o trofeo, sino pensando que son brujas, porque en sus relatos dicen que son brujas por el ruido que emiten, que simula una carcajada, lo que es una gran mentira”.
Lo mismo ha pasado con las serpientes, ya que cuando la gente empieza hacer movimientos de tierra en lugares que están muy cercanos a la ciudad, las víboras empiezan a desplazarse y pueden aparecer en las casas. Una de las especies es el alicante, una especie que puede llegar a medir hasta 3 metros, la cual es excelente ratonera y no tiene veneno, además de que son controles biológicos naturales.
“La gente mata las víboras porque piensa que todas son venenosas, tenemos una gran cantidad de culebras, algunas son de río y otras de tierra y la mayoría son cazadoras de ratones”.
Algunas especies se han ido desplazando por la urbanización no planeada, mientras que otras se ven afectadas por la situación climática.
Calor influye en los animales
Si bien es cierto, la Comarca Lagunera es una de las principales cuencas lecheras en el norte del país, por lo que para que las vacas produzcan leche en condiciones óptimas, se han implementado diferentes equipos para evitar que los animales sufran del calor, ya que esto general estrés que provoca que dejen de producir leche, se enferman con más facilidad y quedan predispuestos a que se desarrollen otro tipo de patógenos.
“En los establos los animales cuentan con sombreaderos, se usan ventiladores que liberan agua en forma de Spray que se llaman foggers para incrementar un poco la humedad en el medio ambiente y bajar la temperatura”.
De igual manera en los establos se instalan regaderas previo a la ordeña para que se refresquen, pues la temperatura ideal debería andar alrededor de los 27 grados centígrados. Esto, dijo, se hace para mejorar la calidad de vida de los animales, ya que no solo es pensar en la explotación, sino que tengan un buen manejo para que produzcan sin que se altere la calidad de los productos y subproductos que se derivan de ellos.
En el caso de las pequeñas especies, animales de compañía como perros y gatos y mascotas en general, se debe vigilar que en el lugar en donde se encuentren tengan un área sombreada, que cuenten con agua fresca, alimento en el momento en el que les toque.
“No solo es el techo, sino hay que aislarlos del piso, recomendamos una casa o tarima con la intención de que no reposen sobre el cemento y brindarles un trato digno a las mascota”.
Consideró importante brindar a las mascotas un trato digno, pues actualmente se ha fomentado un cuidado responsable con las mascotas e incluso hasta con los animales callejeros. El coordinador de la División Regional de Ciencia Animal consideró que es importante que en la Comarca Lagunera y sus alrededores se cuente con más zonas protegidas para que determinadas especies tanto de flora como de fauna se puedan reproducir.
La noa y las cactáceas, en peligro de extinción en la región
Para poder mitigar las altas temperaturas que se registran en la región, es importante llevar a cabo acciones de reforestación con especies nativas, las cuales están adaptadas al clima extremo, por lo que se han mantenido ante temperaturas altas, al igual que el frío.
Miguel Garza Martínez, investigador y catedrático de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), manifiesta que especies como el mezquite, huizache y la gobernadora, fueron las que resistieron las bajas temperaturas durante la “helada negra” registrada en 2011.
Las especies que están en peligro de extinción, dijo, han sido por un aprovechamiento humano como las cactáceas y algunos agaves como la noa, que ha sido utilizada de ornato.
Es en las partes altas de la sierra en donde se mantiene una vegetación diferente a la que se le denomina “islas de cielo”, por la altura, tal es el caso de Jimulco y la sierra del Rosario que tienen más de 2 mil 500 metros de altitud, por lo que en la parte alta el clima es más templado en donde sobreviven especies como encinos y pinos.
En este tipo de lugares, dijo, si la temperatura aumenta algunas de estas especies pudieran no soportar y ser desplazadas por otras. Las cactáceas al igual que la noa, se han ido extinguiendo principalmente por actividades antrópicas con fines de uso ornamental.
“La gente ve una cactácea y se la lleva porque la quieren tener en su jardín, muchas veces con desconocimiento de que son especies que están protegidas por las leyes mexicanas porque son especies que están en peligro de extinción”.
Indica que el resto de las especies no están en riesgo, debido a que están adaptadas a la región, lo que les ha permitido soportar climas extremos.
Algunas especies que han llegado a la región son: el pinabete que se usaba como barrera contra el viento en los límites con las haciendas, así como el pingüico, eucalipto, el álamo, laurel, palo verde, el mazahua entre otros, sin embargo no todos han sido resistentes al clima.
En la “helada negra” de 2011 especies como el pingüico, así como el laurel de la india, no resistieron, por lo que en el caso del mazahua podría suceder lo mismo, pues puede tolerar la sequía, pero no las heladas.
“El álamo está bien adaptado, pero requiere agua, si no lo regamos no va a tolerar como muchos otros”.
Existen otras como el palo verde que se han adaptado, pero que requieren de agua y de los debidos cuidados para que pueda sobrevivir.
Reiteró que en las plantas nativas de la región no hay riesgo, excepto las que están en las islas de cielo que son las que están en la sierra de Jimulco, la sierra del Rosario y Sarnoso, ya que son las que pueden desaparecer por un aumento en la temperatura.
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