Ni de rosas, mucho menos de besos, se llenará el corazón de la ciudad de León ubicado en la Plaza de los Mártires, lugar donde año con año se realiza el tradicional combate de flores; el motivo, la pandemia por covid- 19.
Como cada 16 de septiembre, Jesús Gallegos, pone a la venta sus rosas de todos colores, pero debido a la cancelación de distintos eventos que representan la aglomeración de personas, la incertidumbre reside en ¿Qué se va hacer con todo lo solicitado?
"A nosotros nos llega la flor cada lunes y jueves, para el combate regularmente llega desde el 14 o el 15 de septiembre, pero no es tan comercial ahorita. Estamos viendo qué hacemos, si no hay combate tratamos de traer menos flor", opinó el comerciante.
Desde marzo la economía los ha golpeado duramente, sus esperanzas se mantenían en que pudiera mejorar la situación el 10 de mayo con motivo al día de las madres, pero no fue así. Llegado septiembre y tras el cambio de semáforo que actualmente se encuentra en color naranja, pensaban que podía cambiar el panorama y no pierden la esperanza de poder vender.
"Esperamos vender muchas rosas, porque la pandemia nos ha mantenido con ventas muy tranquilas. No han dicho nada, tenemos la esperanza de que se realice, el año pasado vendimos como 200 paquetes de 24 flores", señaló Nancy Martínez.
De no llegar a concretarse el evento, aseguraron que podrían llegar a perder, superior a 30 mil pesos.
En la zona centro, particularmente sobre la calle Juárez, se ubican alrededor de 20 negocios dedicados a la venta de rosas, mismos que continúan en terapia intensiva, a causa de la pandemia.
Desde la época de Porfirio Diaz, esta tradición ya se realizaba, pero con el paso del tiempo fue cambiando el modo de hacerlo.
"Por ejemplo el combate de Flores en la Alameda de la Ciudad de México en la época de Porfirio Diaz consistía en que las señoritas de la alta sociedad iban en calesa, uno corría hacia el otro lado y se encontraba con otra y las señoritas llevaban una canasta con flores y se lanzaban flores", relató Alejandro Mercado, historiador.
Esta costumbre se fue difuminando en distintas partes del país, una de ellas en el municipio de León. Con sus transformaciones, consiste en reunirse hombres y mujeres para intercambiar una rosa, por un beso, pero, para conseguirlo deben caminar alrededor de la plaza ubicada en el primer cuadro de la ciudad.
"Aunque este año va a ser atípico, esperemos que mejor los jóvenes se resguarden en sus casas para esperar tiempos mejores. Cada generación le imprime un significado específico, ahora es socializar, quizás iniciar una relación de noviazgo. Tiene dos motivos desde una práctica individual de una persona que aprovecha ese momento para declararse o viceversa, pero también tiene un sentido comunitario, hacer comunidad", explicó el historiador.