Para llegar hay que pasar la cabecera municipal de Altamira, 20 minutos en la carretera federal y avanzar al ejido Benito Juárez, ahí sobre la carretera está la brecha que lleva a Corpus, hay que girar a la derecha y a pocos metros alcanza observar unas tumbas.
Se tiene que atravesar el camposanto, hasta el fondo, están los muertos que nadie celebra, más de 400 cuerpos que no fueron reclamados, de muchos de ellos no se tiene ni su nombre.
La fosa común de Benito Juárez se abrió luego de que los espacios dedicados para los no identificados, que había en Tampico y en cementerios más céntricos en Altamira, se quedarán sin espacio.
Los primeros cuerpos llegaron el 7 de septiembre del 2014, eran 11 cuerpos; el 23 de agosto de agosto del 2016 llegaron 44 más, estos últimos llevaban un año sin ser reclamados y ya no había espacio en las congeladoras de la morgue.
La mayor parte de ellos eran muertos violentos, que habían sido ejecutados por la delincuencia organizada, algunos habían perdido la vida en balaceras otros aparecieron descuartizados..
El primero que abre la fila es el cuerpo identificado como N.N.1, fue encontrado en la calle Privada Rosas y Catarina, colonia Tampico, negocio Coco Beach, el 11 de mayo del 2014, dio fe el agente segundo del Ministerio Público. Fue una ejecución, los pocos días ese negocio fue quemado.
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A un costado se lee en otra cruz: cuerpo del sexo masculino, no identificado (desmembrado), lugar bordo de protección, colonia Cascajal, en Tampico, Tamaulipas, fecha de fe de cadáver, 5 de junio del 2015, Agencia del Ministerio Público Investigadora segunda de Tampico. Ese cuerpo fue ubicado a las 7 de la tarde, en aquel momento se dijo que llevaba por lo menos tres horas en el lugar, estaba dentro de tres bolsas, dos blanca y una negra, cubierto al final por un costal blanco, en el que comenzaba asomarse la sangre.
Así poco a poco el espacio se fue llenando ahora son más de 400, pero la situación ha cambiado, las ejecuciones quedaron prácticamente en ceros, así que ahora llegan esos huecos indigentes, pero sobre todo personas que murieron en el abandono.
A principios del 2021 fueron enterrados en el lugar 9 cuerpos, en mayo otros 15, lo sorprendente es que estos si tienen nombre y apellido, muchos murieron en hospitales del Estado, eran personas de la tercera edad, quienes fueron ingresados por sus familiares que simplemente decidieron ya no regresar por ellos, inclusive tampoco atendieron a la información de que sus consanguíneos habían muerto.
Las autoridades no tuvieron más alternativa que mandarlos a la fosa común, lo mismo pasó con una persona que murió en el penal.
Para ellos a veces hay una veladora, pues los grupos de activistas de personas desaparecidas, acostumbras visitar es personas para hacer alguna oración, pero no hay más.
Han quedado en el olvido, tanto que en algunas placas de identificación ya ni siquiera se alcanza a observar su número de identificación.
Las personas encargadas del panteón asegura que hace mucho tiempo no hay exhumaciones en esa fosa común, tampoco se han acercado personas pidiendo información sobre los cuerpos que ahí están enfermos.