Frente Ambiental rechaza operación de incineradoras de residuos

Las siete cementeras en la zona generan un gran impacto negativo a la salud y al ambiente

Generan afectaciones a la salud y síntomas como irritación de nariz y garganta, así como dolor de cabeza. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Tula de Allende /

Los proyectos de incineración de residuos no deben impulsarse más en el país por el daño que ocasionan a la salud y al medio ambiente, señaló Refugio Choreño, de la Fundación para el Desarrollo Integral Apaztle y también miembro fundador del Frente de Comunidades en contra de la Incineración.

Al participar en una mesa de seguimiento al tema con otras organizaciones, señaló que en México hay 36 plantas de cemento y la región del Valle del Mezquital concentra siete de ellas.

Recordó que desde mediados de los años 90 las cementeras incineran tanto residuos peligrosos como de manejo especial para la elaboración de su producto, pues en 1996 la Cámara Nacional del Cemento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

y cementos Cruz Azul firmaron un convenio para comenzar con la incineración de residuos.

Resaltó el riesgo que esta actividad implica pues en Apaxco, Estado de México, se han presentado varias emergencias químicas en la empresa Ecoltec, creada en 2003 y dedicada al manejo de residuos tóxicos.

En 2007, dijo, a la planta llegaron 190 mil juguetes con alto contenido de plomo para su incineración, los cuales fueron procesados a pesar de su alto impacto a la salud y al ambiente, y en este aspecto acusó que autoridades federales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dan certificados de industria limpia a las cementeras, aún cuando no lo sean.

Aunque reveló también otras instancias se suman a esta acción de quema de residuos, como la presidencia de Apaxco, y el gobierno del Estado de México, que en su momento firmaron contrato para la quema de neumáticos, e incluso el gobierno de la Ciudad de México, el cual contribuyó de manera importante en la problemática, pues en 2011 se intensificó la incineración de residuos sólidos urbanos ante el cierre del Bordo Xochiaca, lo que derivó en un acuerdo con las cementeras para el uso de estos desechos en la producción de cemento.

Las siete cementeras ubicadas en la zona generan un gran impacto negativo a la salud y al ambiente, mismo que hasta hoy no se ha detenido a pesar de su responsabilidad en la materia, dijo.

Por esta razón llamó a evitar que la Semarnat Hidalgo considere seriamente el proyecto para poner en operación ocho plantas incineradoras, pues resaltó que este tipo de plantas genera afectaciones a la salud, que se manifiestan con irritación de nariz, garganta y ojos, así como dolor de cabeza, náusea, irritabilidad, fatiga, mareo, pérdida de la conciencia y muerte en casos extremos.

“Se debe parar ese ecocidio, no sólo en regiones de emergencia sino en todo el país y el planeta, pues no puede haber justicia social sin justicia ambiental”, y afirmó qué hay alternativas como basura cero, que podrían solucionar la problemática de los desechos sólidos urbanos. 

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.