Con enorme orgullo y valor, 596 oficiales activos del Ejército Mexicano tomaron protesta con el grado de Primer y Segundo Sargento de la Fuerza Armada Mexicana, en una ceremonia donde los presentes expresaron sentirse orgullosos a pesar de grandes sacrificios, por lo que dedicaron sus logros a sus familias y a la nación.
Las puertas en la XXV Zona Militar se abrieron y arribaron familiares, amigos y autoridades de la Fuerza Armada de México, que a lo largo y ancho de la explanada principal rodearon al contingente de egresados, quienes tras expresar honores a la bandera dieron inicio a los actos protocolarios en honor al nuevo grupo de Sargentos. Ante David Rivera Medina, director general de Educación Militar y rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, las y los militares graduados valoraron su esfuerzo, pero sobre todo agradecieron el apoyo de sus familias.
"Estamos convencidos, para quienes integramos el sistema educativo militar, que los conocimientos que aquí se les impartieron serán los que de aquí en adelante, los guíen en estas nuevas responsabilidades", manifestó el general, tras extender a todos los titulados las felicitaciones de Luis Crescencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional. Asimismo, exhortó a los nuevos sargentos a regirse bajo los valores que la milicia nacional les imparte en cada una de las 46 instituciones educativas del país.
Por su parte, los oficiales resaltaron que durante su tiempo de preparación solo hubo tres objetivos en la mente: lograr superarse de manera personal y profesional, enorgullecer a sus familias y convertirse en el tipo de militares que merece y necesita la nación.
"Esto es una superación personal, el alejarnos de la familia es uno de los sacrificios que se hacen como militar, el alejarse de sus seres queridos. Pero se siente uno muy orgulloso de servir a la nación, ser mexicano y poder colaborar con nuestros compatriotas", refirió el ascendido a sargento segundo de la Policía Militar, Abraham Quiteiro Gutiérrez, poblano que en compañía de sus hijas, esposa y padres, recibió su respectivo título.
Agregó que ahora buscará un nuevo ascenso en su grado militar. En un tenor similar, la ahora sargento segundo de la Policía Militar, Patricia Hernández Moreno, refirió que parte de su esfuerzo fue dedicado a las nuevas generaciones para enseñarles que "no hay sueños imposibles, si se trabaja con dedicación, esfuerzo y amor por su país y familia", además de manifestar que los sacrificios realizados a lo largo de su carrera se ven recompensados al saber que vuelve de su país un lugar mejor cada día.
CHM