Mujeres embarazadas esperan hasta 15 horas para recibir atención médica en el Hospital Materno Infantil Esperanza López Mateos del IMSS en Guadalajara.
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Mariana llegó a la sala de espera de la unidad a las 4 de la tarde del martes, preocupada porque ya no sentía los movimientos de su bebé. Pese a la urgencia de su situación, fue hasta las 7:30 de la mañana del miércoles que le dijeron que le harían un estudio para corroborar que todo estuviera bien. En compañía de su esposo, caminó al otro ingreso del hospital para hacerse el estudio tras más de medio día de espera.
Los pacientes no son los únicos que aguardan largas horas. Los familiares también lo hacen, como Rodolfo, quien a sus 61 años duerme desde hace una semana en la sala de espera. Su nuera fue ingresada por preeclampsia y menciona que el personal del nosocomio los obliga a que un familiar se quede haciendo guardia para recibir información del paciente, aunque aquella es escasa.
“Cada tres horas [dan información], pero dio la última a las 2:30 de la mañana y no dio a las 6, no dio hasta ahorita a las 9”, comentó Rodolfo.
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Dos chamarras, una bufanda, guantes y malla debajo de su pantalón de mezclilla, es a lo que recurre Rodolfo para quitar el frío durante las noches.
“No nos permiten traer colchonetas, no nos permiten traer cobertores o cobijas. Te puedes dormir pero están bien duros los asientos y está bien duro el dormir o conciliar el sueño porque no nos permiten apagar la luz”.
Al tedio, las bajas temperaturas y la falta de sueño, Rodolfo le suma el miedo a contraer covid-19.
MC