A Teresa González Murillo, comerciante del Centro Histórico de Guadalajara no le importará pasar hambre o frío, luego de que decidiera ponerse en huelga de hambre a las afueras del Ayuntamiento.
Lo anterior, tras asegurar que en días pasados elementos de inspección y vigilancia del municipio le recogieron toda su mercancía con lujo de violencia.
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“Me levantaron con todo, me quitaron mi carrito de comida, me tiraron mi comida al suelo y es hora de que no me dejan trabajar. Vine a pedir el apoyo aquí a presidencia y puras mentiras y me dicen que no me puedo instalar porque el señor Enrique Alfaro ya no quiere que yo trabajé”, dijo Teresa González Murillo, comerciante del Centro de Guadalajara.
Teresa González afirmó que dichas represiones se deben a que hace tiempo atrás cuando el mandatario Estatal estaba al frente del Ayuntamiento, algunos comerciantes decidieron manifestarse porque las autoridades no estaban respetando sus espacios de trabajo.
Este martes, acompañada de otros comerciantes advirtió que de no haber solución podrían quedarse en plantón por tiempo indefinido.
“Yo le quiero decir al Presidente Municipal Pablo Lemus que si no me da la atención él directamente aquí me voy a quedar 1 o 2 años, hasta que me reciba porque si yo me voy a mi casa es lo mismo que quedarme aquí a morirme de hambre”, comentó González Murillo.
Señaló que en días pasados la particular del presidente municipal la recibió pero no le dio seguimiento a su caso. Teresa lleva 40 años como comerciante del Centro histórico de Guadalajara, de su empleo mantiene a sus 8 hijos, sin embargo, desde que le quitaron su mercancía ha sido imposible sostener los gastos de su familia al ser ella jefa del hogar.
JMH