Propietarios de calandrias impulsadas por caballos, desconocen los detalles del decreto aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara, en el que se da fin a su operación, que es considerada una tradición de antaño de la Perla Tapatía.
Durante la sesión del pasado 13 de octubre, se aprobó que el 100 por ciento de las calandrias que realizan recorridos en el Centro Histórico deberán ser eléctricas.
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“Yo desconozco cuál sea, cuál es el protocolo que ellos traigan, yo la verdad desconozco ni se nos ha notificado nada”, dijo Gerardo Anzures, dueño de calandrias.
Por otro lado, otra persona propietaria de una calandria y que prefirió guardar el anonimato refirió que si les habían comentado que van a salir poco a poco, pero que de momento no les habían comentado nada sobre la aprobación del decreto.
“Sí nos habían comentado que van a salir poco a poco, no algo definitivo, poco a poco, como las primeras que salieron como ocho y luego ocho y así, nada más nos dijeron que dentro de ocho meses, pero ya tienen rato, ahorita de momento no nos han dicho nada”, comentó.
Gerardo Anzures, se dijo en contra de la medida aprobada y aseguró que los caballos reciben un trato adecuado y digno conforme a los criterios que marcan las autoridades, como laborar un día sí y un día no, contar con sus vacunas y desparasitación, tener revisiones médicas diarias y cada tres meses de manera exhaustiva.
Refirió que su mantenimiento les genera un costo aproximado de 800 pesos al día por los nueve caballos que tienen, y de no poder trabajar con ellos será difícil seguir con los cuidados que requieren.
“Los caballos carecerían también de esa atención que les da uno porque igual los caballos están bien vitaminados, bien asistidos, tienen una dieta balanceada, los caballos tienen que comer diario siempre lo mismo para que se mantengan en forma, fuertes y sanos, yo no le veo opción a donarlos, independientemente de lo que le hayan costado a uno, yo estoy encariñado con mis caballos”, mencionó.
Otro propietario, reconoció que aunque esta medida generará un impacto para ellos, están dispuestos a trabajar con las calandrias eléctricas.
“Está bien, nosotros trabajamos en el que haya oportunidad. Desde chicos hemos estado en los caballos, pero entendemos que hay un cambio y que va mejorando”, señaló.
Ciudadanos muestran posturas divididas sobre las calandrias eléctricas
Al respecto, ciudadanos se mostraron con posturas divididas.
Por un lado, quienes están a favor de que se queden los caballos por la tradición que representan y por otro lado, quienes mostraron preocupación por el bienestar de los animales.
“Es parte como de un atractivo turístico, pero también pienso ¿qué van a hacer con los caballos después?, pienso que sería bueno que siguieran con las normas que ya están poniendo”, dijo Noemí, quién está a favor de la continuación de los caballos.
“En mi caso me han inculcado mucho el respeto a los animales y a mí me ha tocado mucho ver cómo no los tratan de una forma muy humana que digamos, me tocaba ver que las tienen trabajando bajo la lluvia, las tienen haciendo del baño en la calle así como tal”, comentó Hugo Ocampo, quién está a favor de que migren a calandrias eléctricas.
“Ya sería cuestión de ver qué pasa con esos animales, tener una buena visión de que va a pasar con ellos, pero siento que es una buena alternativa”, agregó Mauricio.
Actualmente en Guadalajara operan 55 calandrias, de las cuales 16 son eléctricas y 39 jaladas con caballos.
La iniciativa contempla una inversión de 14 mdp
La iniciativa contempla una inversión de 14 millones de pesos para la adquisición de 39 calandrias eléctricas, que serán entregadas en comodato. El 50 por ciento del recurso será aportado por el Estado y el 50 por ciento restante por el municipio.
Los caballos podrán quedarse bajo resguardo de los dueños de las calandrias, pero en caso de que no puedan ser mantenidos, podrán ser donados al Ayuntamiento de Guadalajara para que sean utilizados en trabajos de equinoterapia.
JMH