Los altares de muertos son de las tradiciones más pintorescas y conocidas a nivel global, pero ¿sabemos realmente la historia que hay detrás?, Samuel Gómez Luna, experto en el tema, despeja las incógnitas respecto a esta destacada actividad.
“La iglesia católica reconoce a los fieles difuntos y a todos los santos, entonces una mejor forma que se puede hacer esta simbiosis, esta conjugación, hacer un altar, el altar creo que es muy bello por el significado y los colores, por la dimensión, literalmente estamos abriendo un portal para que los seres queridos de otro mundo vengan a visitarnos, pero no en una consciencia de miedo, sino una relación directa con los seres amados”, dijo Samuel Gómez Luna, historiador de Guadalajara.
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La apariencia y significado de los elementos que se ponen en el altar de muertos, cada detalle, tiene su razón de ser.
“Los tres niveles simbolizan tanto la santísima trinidad como los trees niveles metafísicos, esto es el purgatorio, el cielo y la tierra de alguna manera, la cruz de ceniza y sal nos habla de la purificación que además habla de que en polvo somos y en polvo nos convertiremos”, comentó.
“El color del cempasúchil y su aroma, va a permitir que los difuntos puedan identificar por donde es el rumbo, al igual que seguir las velas, de alguna forma es abrirles el camino para que ellos sepan llegar con nosotros”, añadió.
Asimismo ofrendas como el pan de muerto o la vieja usanza de colocar en el altar platillos que gustaban al paladar del fallecido, se tienen que servir calientes, ya que el espíritu se va a alimentar del aroma y por ende se creía también que al día siguiente esos platillos ya tenían que levantarse, muchos ya sin sabor, puesto que el espíritu había absorbido el aroma y por ende la había quitado el sabor.
JMH