Alanis Sofía no está sola. Rodeada de miles de mujeres marchó en Guadalajara y alzó la voz por su amiga Isis, asesinada cuando tenía apenas 18 años en noviembre de 2020 por su novio, “en un hotel la mató, la ahorcó”, lamentó entre lágrimas y los abrazos de sus amigas que la consolaban y le daban fuerza para seguir contando la historia de Isis y exigir justicia por ella, pues las autoridades señalan que no tiene pruebas suficientes en el caso.
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Guadalupe, a sus 93 años de edad, se sumó al contingente. Desde que supo de la marcha insistió a sus hijos que la llevaran. En silla de ruedas, avanzó con un cartel rodeada de la admiración y el cariño de todas. “Marcho por las mujeres”, expresó con fuerza.
María José tiene cinco años, acompañó a su madre a la manifestación con su pañuelo y brillantina morada. Ella es una de las cientos de niñas que estuvieron presentes en una movilización plural y que mostró no solamente la diversidad, sino la transformación de las generaciones de mujeres, que desde siempre han luchado por sobrevivir en una sociedad patriarcal, y que ahora reclaman su derecho a transitar por las calles libres y seguras, y la igualdad social.
Una ola de pañuelos morados y verdes inundó a Guadalajara. La Antimonumenta, en la Plaza de Armas en el Centro de la Perla Tapatía sirvió como punto de reunión para miles de mujeres que participaron en la marcha convocada por colectivos feministas.
Antes de salir, compartieron sus experiencias en charlas y casos de denuncia. Además, ultimaron detalles para integrarse a la protesta, con actividades como pinta de carteles y maquillaje con los colores que identifican al movimiento feminista.
A las 18:00 horas, el contingente dio los primeros pasos. Al frente, los tambores anunciaban a las manifestantes. Detrás, estaban familiares de todas las que nos faltan, desaparecidas y víctimas de feminicidio. Después, todas las madres acompañadas de sus hijas e hijos. Luego, mujeres y personas de la población diversa, y finalmente el grupo mixto, en el que se integraban hombres acompañando a mujeres.
Los tambores no pararon de sonar a lo largo del recorrido y musicalizaban las consignas feministas: “no se va a caer, lo vamos a tumbar”, “no son muertas, son asesinadas”, “mujer, escucha, esta es tu lucha”, “no estamos todas”. El calor y la intensidad del sol no fueron suficientes para flaquear la voluntad de las manifestantes, que a su paso dejaron pintas moradas y verdes en el espacio público, como un acto de protesta ante las violencias de las que son objeto todos los días.
Una vez en la Glorieta de las y los Desaparecidos, se hizo el silencio cuando todas levantaron el puño para escuchar las consignas desde la cima del monumento que fue tomado por los familiares de las víctimas en el estado, donde exigieron el hallazgo de cada una de ellas.
Desde ahí, expresaron: “Paramos por Imelda Virgen, por Alondra y Liliana, por Luz Raquel y Vanessa, por las que no recibieron justicia, por todas las niñas y adolescentes que existen y resisten en el adultocentrismo, por las buscadoras, por las lesbianas, por las trans, por las disidentes, por las madres, por las desaparecidas, y todas las que se unen a esta exigencia, para parar y reconocernos y cambiarlo todo”.
Recordaron la postura del Gobierno del Estado respecto a los feminicidios en Jalisco, “dice que si nos matan es nuestra culpa, que es culpa de nuestras familias”, y reclamaron la falta de políticas públicas que garanticen una vida libre de violencia a las mujeres.
Para muestra, relataron el caso de Adriana, asesinada hace nueve años, “y aún no hay sentencia, aún no hay justicia, el gobierno corrupto no da justicia, y así como ellas somos muchas mujeres asesinadas, violentadas, por ellas, siempre unidas”.
Y desde ahí, se hizo una promesa: “todas, cada una de nosotras, nos vamos a levantar, porque no se vale que quiten la vida a las mujeres. Esta es la última generación que va a tener machismo”. Con un tejido rojo, del colectivo Hilos, que representaba la sangre de las víctimas de feminicidio, cubrieron el monumento, envuelto en la voz de las mujeres, que siguen clamando justicia y un alto a la violencia feminicida.
Protestan contra UdeG
Integrantes de las colectivas radicales rompieron los cristales del Edificio Cultural y Administrativo de la Universidad de Guadalajara en protesta por las denuncias por agresiones sexuales por parte profesores que han lanzado en años recientes alumnas de esa casa de estudio.
Embozadas y con lentes oscuros, un grupo de las manifestantes se desprendió de la caminata que realizaban hacia el Centro de Guadalajara, para golpear la estatua de Enrique Díaz de León, primer rector de la universidad, y luego quebrar con tubos y martillos los cristales de la fachada.
También hicieron pintas en la calle y banquetas frente al edificio. Personal de la casa de estudios lanzó polvo químico, al parecer de extintores, para rechazar a las manifestantes, quienes retrocedieron; sin embargo, algunas de ellas se quejaron de haber sido golpeadas por personal cuando habían roto los cristales.
Por otro lado, a su paso por la avenida Hidalgo, los colectivos dejaron plasmado su reclamo a las autoridades, en los parabuses que previamente fueron envueltos en plástico, lo cual consideraron, es una muestra de que las autoridades cuidan más al mobiliario y los edificios, que a las mujeres. Además, al menos dos grupos de católicas resguardaron dos templos con una valla humana.
Saldo blanco
Las autoridades confirmaron que fueron 70 mil mujeres las participantes en esta manifestación, una cifra histórica.
En el operativo de seguridad participaron mujeres elementos de Protección Civil Jalisco y de los Servicios Médicos Municipales (SAMU), así como personal femenino de Protección Civil y Bomberos de los Municipios Metropolitanos de Guadalajara, Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá Tlajomulco de Zúñiga, Juanacatlán, El Salto y Zapotlanejo. Además de la coordinación que se mantuvo con autoridades del C5 y del CNI.
En municipios del interior del estado también se realizaron movilizaciones, las cuales transcurrieron en calma, según reportó el Gobierno del Estado.
Además, se contó con la asistencia de observadoras de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco para que en todo momento se respeten los derechos a la libre manifestación.
SRN