“Es una opción porque la vida ahorita está bien dura y pues la gente aquí del barrio lo que quiere es comer”, explica Gabino Salazar. Mesero en un negocio de comida ubicado en la Central Nueva, ocasionalmente acude a la colonia Las Conchas o a la zona centro, en Guadalajara, para intentar vender ropa usada y conseguir un ingreso extra.
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Lo que vende es donado por su familia. Cuando está de ánimo o necesita más dinero, toma su costal de mercancía, se lo echa a la espalda y camina a la calzada Independencia para instalarse, pero si los lugares disponibles no lo convencen, se mueve a la calle Los Ángeles hasta encontrar un rincón donde se sienta cómodo.
Hoy, la esquina de la calle 28 de Enero parece una buena opción, así que saca la ropa, la dobla y la acomoda sobre una bolsa negra en el piso. Después espera a que lleguen los clientes.
La calle de Los Ángeles y la calzada Independencia es uno de los lugares predilectos por los vendedores de objetos de “segunda”, aquí se puede encontrar desde ropa y zapatos hasta celulares, accesorios para aparatos electrónicos e incluso vídeos “triple equis”.
El ayuntamiento de Guadalajara suele hacer operativos y confiscar mercancía bajo la presunción de que lo que se vende en este lugar es robado o por no tener licencia para vender de manera ambulante.
“El barrio está tranquilo, mientras no te metas con nadie, nadie se mete contigo. Es gente bien marginada que la tienen bien olvidada y hace la lucha por vivir”, dice Gabino.
A Jorge, originario de Nayarit, no le quedó otra opción más que incursionar en este tipo de comercio. Continuamente viajaba a Guadalajara para surtirse de ropa y zapatos, pero hace dos meses fue asaltado y se quedó sin recursos para volver a su tierra, asi que vender usado sobre la calle Las Conchas ha sido su esperanza para sobrevivir. Sin embargo, hace tres días, los operativos del ayuntamiento de Guadalajara lo dejaron sin ingresos.
“Llegó hace como unos tres días el ayuntamiento y se llevó todo. De repente me llegaron de sorpresa, se llevó todo. Entonces [tuve que] volver a pedir fiado y volver a empezar”, contó.
—Los celulares, los controles, los cables, ¿cómo los consigue?
“Si hay gente que se dedica a vender eso y me agarro cuatro o cinco a 50 o 60 pesos, entonces yo ya divido a cómo me salen y saco mi utilidad y ahí me la voy llevando”.
Según el objeto, los precios varían, se pueden encontrar cosas desde 10 hasta 150 pesos.
JMH