Los anexos irregulares son foco rojo para la seguridad en el estado, y, de acuerdo con una solicitud de acceso a la información, la Dirección General de Protección contra Riesgos Sanitarios tiene registro de 329 centros de rehabilitación o anexos en Guanajuato, de los cuales 275 cuentan con aviso de funcionamiento ante la Secretaría Salud; es decir, 2 de cada 10 operan fuera de la ley.
Son los 54 restantes de los que se tiene conocimiento que operan sin registro, a los cuales se suman todos aquellos que son detectados gracias a las denuncias ciudadanas por operar en la clandestinidad, aunque todos preocupan por igual debido a sus prácticas irregulares.
Ejemplo de ello es la cadena de centros de rehabilitación “Fuente de Vida”, a quien el gobierno municipal de Irapuato clausuró una sede ubicada en la colonia Comunal Emiliano Zapata, derivado de que una semana antes Alejandro Manuel de 22 años de edad perdiera la vida en este lugar, producto de lesiones por golpes. De acuerdo con los reportes, el joven había sido trasladado para recibir atención desde otro centro de rehabilitación ubicado en Salamanca, lugar donde fue golpeado por otros internos.
El lugar, que ya contaba con sellos de suspensión desde el 2020, se encuentra estratégicamente colocado en una colonia de alta marginación y con poca vigilancia, justo hasta el final de la calle, a un costado de un predio baldío donde nadie podía ver ni escuchar lo que sucedía al interior. Vecinos aseguraron desconocían su existencia, hasta que irrumpió la policía.
”Yo ni sabía que había un anexo, hasta que pasó lo del accidente (Muerte de interno) nos dimos cuenta, pero nosotros no sabíamos, nos enteramos hasta que un día llegaron unas patrullas preguntando”, refirieron vecinos del lugar.
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Este no es el primer incidente del que se tiene registro, pues el 24 de octubre del 2020, en la sede de “Fuente de Vida” situada en el municipio de Celaya, un comando armado irrumpió y ultimó a balazos a cuatro internos; y fue en este mismo municipio donde, el 2 de julio del 2020, hombres armados irrumpieron en el centro de rehabilitación “Recuperando mi Vida”, provocando que 28 jóvenes perdieran la vida.
La Dirección contra Riesgos Sanitarios y los ocho órganos desconcentrados por territorio ejercen atribuciones para su regulación, revisando su infraestructura, que se encuentren en buenas condiciones físico-sanitarias, que cuenten con la documentación necesaria.
Esta problemática ha sido subestimada pues, de acuerdo a la Asociación de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío, existen mas de 500 de estos lugares en la entidad, donde cada vez que la autoridad clausura las instalaciones, sus operadores alquilan o compran casas en otros lugares e inician un nuevo anexo desde cero, de ahí que quienes tienen la verdadera vocación de apoyar en el combate a las adicciones han urgido a la autoridad para poder ser escuchados y que se les ayude a regularizarse.
ALOL