Norma Barrón, integrante del Colectivo de Búsqueda 'Una Luz En Mi Camino', denunció que un juez federal liberó a dos de los secuestradores de su hijo y su esposo.
Señaló que el argumento que le dieron en el Poder Judicial, fue que las dos personas tenían más de dos años detenidos y sin ser juzgados.
El miércoles pasado, "un Juez Federal del Estado de Guanajuato dejó libres a los dos secuestradores de mi hijo y esposo, debido a que tenían más de dos años recluidos y aun no los habían juzgado”.
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Comentó que, se tenía programada una audiencia el próximo 14 de marzo de este año, para tratar el tema de esos dos años, pero de forma anticipada, los dos presuntos responsables fueron liberados.
“Yo había hablado tanto con el fiscal como con el asesor jurídico, argumentándome que no pasaba nada y ayer les dan la libertad solo les impusieron resguardo domiciliario y un brazalete”.
La señora Norma, declaró que la Fiscalía General de la República (FGR) le manifestó que “no tenían recursos para el brazalete”, por lo que no se los podrían.
Esto, dijo le da temor, pues asegura que son sujetos peligrosos y que las autoridades la están poniendo en riesgo, ya que afirmó, son integrantes de un grupo criminal que opera en el Estado.
“El brazalete argumenta la Fiscalía no hay dinero para ello, y con la determinación del juez existe la alta probabilidad de que se sustraigan de la acción de la justicia los dos inculpados, sin pasar desapercibidos que son integrantes del Cártel de Jalisco, poniendo con esto en peligro mi vida y la de mi familia por temor a represalias ya que son de alta peligrosidad”.
Norma Barrón, lamentó la situación y señaló que el sistema solo privilegia a los delincuentes y no a las víctimas.
“La impunidad que opera en el todo el sistema, vulneran por completo el derecho de las victimas a obtener justicia dejando libres a los culpables, privilegiando ante todo a los delincuentes”.
Sobre su caso, Norma contó que fue el 01 de junio del 2019, cuando al salir de su domicilio, en la colonia Los Reyes en lrapuato, Guanajuato, sujetos armados interceptaron a las víctimas (su hijo Kevin Damián Martínez Barrón y su esposo Juan Rodríguez Calcanas) y los levantaron.
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A pesar de ya estar sentenciado uno de los responsables, de nombre José Ignacio, a 70 años de presión. Éste no ha dicho o dado información sobre la localización de Kevin y Juan.
"Son tan cínicos los delincuentes que no quieren decir dónde los tienen, hay una manera tan difícil de explicar, de un ser humano, en ese aspecto, que realmente veo que no tienen corazón, no tiene humanidad y pues, seguimos en lo mismo. no dicen, porque obviamente no es conveniente en este aspecto, de decir qué hicieron con ellos, nos podemos esperar lo peor, sabemos que no estaban en buenas manos".
Contó que pagó hasta 1 millón de pesos por el rescate de sus seres queridos, sin embargo, más de 3 años después, no ha logrado tener su localización.
"Tuvimos que vender todas nuestras pertenencias, no escatimamos, no somos familia de dinero, pero si tuvimos que conseguir préstamos, tuvimos que vender vehículos, nos hicieron algunas donaciones los vecinos porque afortunadamente, hemos sido una familia muy querida con los vecinos, que no nos metemos con nadie, nos apoyaron bastante algunos familiares, logramos conseguir dinero, lo pagamos donde nos dijeron, fueron 3 pagos, uno por cuenta bancaria, otro fue atrás de las secundaria y el tercero enfrente de JAPAMI en los reyes".
Sobre los hechos, explicó que, en abril del 2019, realizaron un viaje en familia a la Huasteca Potosina, donde José Ignacio era el chofer del camión; dos meses después, su hijo y esposo fueron levantados.
“El secuestro derivó de un viaje a la Huasteca Potosina, nosotros rentamos una camioneta que era propiedad de ellos, de Juan Guevara Martínez y José Ignacio Guevara Serrano, y de ahí, el chofer nos empezó a preguntar, empezó a ver, no sé por qué, nosotros no gastamos tantas cantidades, pero al final de cuentas, era el modus operandi de ellos".
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Sobre Kevin dijo que cuando desapareció tenía 17 años y cursaba el bachillerato en el CBTIS 65 de Irapuato.
"Kevin era un niño de 17 años, menor de edad todavía cuando fue levantado, tenía sus sueños, era estudiante, estudiaba en el CBTIS 65 de Irapuato, era futbolista, muy amable, muy honesto mi hijo, siempre se le inculcaron los valores de familia, él quería ser administrador de empresas estaba, aprendiendo también, apenas a manejar, era un niño de familia, no le hacía daño a nadie".
Juan, su pareja, se dedicaba a la remodelación de casas, se caracterizaba por ser muy alegre.
"Juan era un papá de familia dedicado a lo que es a remodelación de interiores, tablaroca, herrería, electricidad, trabajaba con algunos profesionistas como abogados cuando querían que les remodelara su casa, en algunos proyectos de construcción, era muy alegre, trabajador, quería mucho a su familia".
HCM