El 1 de julio entró en vigor el nuevo tratado de libre comercio T-MEC y con el llegarán grandes modificaciones en materia laboral y sobre todo en modernización, los cuales Guanajuato buscará explotar gracias a sus ventajas competitivas y mentoría por parte de Singapur, para convertirse en el corazón logístico de todo México.
Fueron 26 años de vivir bajo el TLCAN, un tratado que fungió desde el 1 de enero de 1994 y que de acuerdo a lo explicado por el secretario de Desarrollo Económico; Mauricio Usabiaga, resultó por demás provechoso para nuestro estado.
“México creció como país en exportaciones el 788%, el estado en el mismo periodo crece 7 mil 900 %, ósea que el país en la media creció solo el 10% de lo que creció en exportaciones Guanajuato”.
Con el TLCAN, Guanajuato alcanzó los 25 mil millones de dólares en exportación durante los últimos años.
“El país en inversión extranjera y atracción de inversiones creció 611%, Guanajuato creció el 6 mil 610%”, confirmó.
Fueron las negociaciones que tuvo el gobernador Diego Sinhue con Singapur, las que lo llevaron a que por primera vez en su historia apoyara a un estado a conformar su ecosistema económico, tropicalizando la estrategia y estructura del país asiático para las necesidades de Guanajuato quien tiene su propio aeropuerto, el único puerto seco de México, Conectividad Ferroviaria y carretera y dentro de poco el despunte de la industria aeronáutica.
“Es gestar una estructura financiera que promueva las inversiones publico privadas para poder detonar aquellos proyectos estratégicos de mayor envergadura que nos lleven a una mayor generación de riqueza”.
De acuerdo a expertos en geopolítica y basados en el modelo de Singapur, del que la logística y conectividad son clave, se trata de 4 factores fundamentales para detonar el desarrollo en el estado.
La demografía de Guanajuato que cuenta con más de 6 millones de habitantes con un promedio de 25 años de edad, población en edad altamente productiva. La geografía privilegiada de México que le brinda control comercial por el océano Atlántico y el Nor-Pacifico.
La facilidad de importación de tecnologías gracias a todos los tratados que nuestro país ha generado y la última, que aún se debe trabajar, el fomentar la resiliencia y meritocracia en la cultura.
En esta nueva etapa, se buscará diseñar un entorno para ser más competitivos, mejorar la movilidad, logística, priorizar las energías eléctricas, ofrecer una educación pertinente acorde a las necesidades e incentivar la economía formal que hoy solo llega al 50%.
Esta clase de competitividad permitirá al estado dejar de depender de los erarios de la federación sin tener que incrementar los impuestos; "competitividad y rentabilidad para generar riqueza" son la nueva visión, que ya se encontraba trabajando a través de la Secretaría de Desarrollo Económico de la mano con Singapur y que hoy se ha reestructurado a raíz de la contingencia para atender lo urgente, sin descuidar nuestro futuro.