En su Homilía dominical, el arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, pidió a los jóvenes, varones y mujeres, a hacerle caso al Señor, que dice: “no endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras”.
En el marco del Día de la vida consagrada, el cardenal dijo que Jesucristo ha pedido a sus discípulos ser profetas, para anunciar y proclamar la Buena Nueva, el Evangelio, que consiste en la llegada del Reino de Dios. Como profetas para anunciar la voz de Dios de palabra y obra, como sacerdotes para "unir nuestra ofrenda existencial al sacrificio de Cristo en la Eucaristía"
"Dar testimonio con nuestra vida de los valores del Reino de Dios, proclamado y vivido por el mismo Jesucristo al encarnarse, asumiendo nuestra condición humana, y así, constituirse en Camino, Verdad, y Vida".
Señaló que el célibe tiene la disponibilidad de asumir como prioridad en su vida la dedicación en plenitud al servicio del Reino de Dios, al auxilio de la comunidad y de las familias, para orientar y acompañar a los bautizados en su misión, y para auxiliar a los necesitados presentes en su comunidad.
Pero hizo mención de que en el actual contexto socio-cultural ha puesto como prioridad de la vida el disfrute sexual a como dé lugar. Cuando la verdadera y permanente felicidad es fruto del amor, que nace y crece en el servicio al prójimo. No obstante, la Iglesia afirma y mantiene con claridad la validez y la necesidad del celibato, en vista de ofrecer plena disponibilidad para servir al Señor, promoviendo y atendiendo a los hermanos.
Asimismo declaró que hoy en día, hay muchas personas que necesitan la fuerza del Espíritu de Dios para liberarse de la seducción del placer, del poder, o de la codicia y ambición.
"Como Iglesia está en nuestra voluntad aprender a ser conducidos por el Espíritu para dar testimonio contundente, que Dios camina con nosotros, y quiere liberar a sus hijos de todo mal, cualquiera sea la condición en que se encuentre" .
RLO