El municipio de San Mateo Atenco, en el Valle de Toluca, fue alertado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), luego de que el Río Lerma se reportara a su máxima capacidad por las lluvias de las últimas horas. Al momento se han detectado tres zonas que son de importancia para la ciudadanía.
La Dirección de la dependencia federal en el Estado de México dio a conocer que las precipitaciones registradas viernes, sábado y durante la madrugada de este domingo fueron copiosas y provocaron que el nivel de abastecimiento del caudal llegara a su máxima capacidad.
Este río es de especial atención en el Valle de Toluca, ya que es un importante afluente que recibe las descargas residuales de la zona industrial de la región, además de que atraviesa varios municipios.
Desde hace una semana el cuerpo de agua ha sido monitoreado por las autoridades federales, estatales y municipales, ya que por las lluvias los niveles habían incrementado de manera peligrosa, lo que implicaría un riesgo de desbordamiento.
En esa ocasión, tanto en la Conagua, al igual que la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), intervinieron con un grupo de especialistas para atender la región; mientras que por la parte municipal auxiliaron con la instalación de costaleras y otras acciones de carácter preventivo.
“Se detectaron zonas de rebase de agua en el río Lerma, particularmente en el paraje de Tres Cruces, ubicado en la margen derecha de dicho cuerpo de agua, por lo que se han tomado las acciones necesarias para atender los puntos críticos del cauce afectado”, informó la Conagua.
En ese sentido, enviaron una alertamiento especialmente al municipio de San Mateo Atenco, el cual tiene un inminente riesgo de desbordamiento.
La Conagua dio a conocer que ya trabaja con las autoridades mexiquenses para atender esta situación. “Se informó ya de esta situación a Protección Civil del Estado de México y a los ayuntamientos afectados, continuando con el desarrollo de una estrategia de contención para salvaguardar a la población cercana al río”.
Cabe recordar que hace tres años, este afluente afecto a más de mil viviendas e incluso la catástrofe provocó que fueran se destinaran recursos federales para atender a la ciudadanía por los inmuebles perdidos y la posibilidad de contraer enfermedades y que se convirtiera en un problema de salud pública.
MMCF