La onda expansiva provocada por la explosión que provocó la acumulación de gas en avenida Coyoacán no solo dejó daños materiales, sino daños de por vida al señor Carlos, vecino del lugar, quien necesitará una reconstrucción facial.
A casi 24 horas de ocurrida la tragedia donde murió una persona y 29 resultaron heridas, las historias se duplican. En una visita de MILENIO al predio localizado en la colonia Acacias, en la alcaldía Benito Juárez, la señora Nayeli, madre de la hija del señor Carlos, explicó que él fue ingresado en el Hospital San Ángel Inn donde recibió al menos 100 puntadas en todo su cuerpo y ahora está a la espera de una reconstrucción facial, ya que quedó con la cara “casi deshecha” y de milagro sobrevivió.
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Él vive en el departamento 107, prácticamente cerca de la explosión. Se le cayó un pedazo de techo en el rostro. Otro poquito y no la cuenta”, expresó.
Reveló que pasó toda la noche del martes con él y esperan que su recuperación sea pronta; ella acudió al lugar del siniestro por algunas de las pertenencias del señor Carlos, al igual que decenas de damnificados a quienes sólo se les permitió entrar al inmueble dañado por 15 minutos.
Los vecinos llegaron con maletas para cargar artículos de primera necesidad como ropa, calzado y documentos, aunque muchos decidieron irse por los de mayor valor, como pantallas, consolas y maquinas para hacer ejercicio, así como también, otros pudieron sacar del estacionamiento los automóviles que quedaron al fondo del condominio.
Tania y José Carlos, quienes llevan dos años de casados, el mismo tiempo de vivir en el lugar, pagaban renta y buscaban en un futuro comprar el departamento, pero ahora con la explosión no saben si regresarán a vivir ahí o buscar otro lugar, por el momento, no les queda más que regresar con la suegra de Carlos a dormir durante las próximas semanas.
Pasaba la mañana y seguían llegando más inquilinos al lugar, muchos molestos con las autoridades ya que no los dejaron pasar por más pertenencias. Algunos lloraban de la desesperación, otros hacían home office a fuera del edificio.
Hasta ayer martes, 13 familias afectadas se encontraban hospedadas en hoteles que el gobierno capitalino habilitó. Muchos decidieron ocuparlos, y a otros como Tania y Carlos, familiares les abrieron las puertas de sus casas a algunos de los afectados como en el caso de Doña Magdalena, quien alberga a su hija y a una sobrina, quienes, dice, se encuentran en un estado de shock y con estrés postraumático.
Y mientras iban saliendo ya vecinos con sus pertenencias, otros denunciaban que les habían robado cosas de valor. Como Daniel Astudillo, un joven fotógrafo que dijo a MILENIO que al entrar al departamento ya no encontró su consola de videojuegos, un Scooter y sus lentes de la cámara que utiliza para trabajar.
La Fiscalía capitalina informó posteriormente que ha recibido dos denuncias por casos de robos.
Por su parte, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, indicó que veía imposible que alguien entrara al edificio a robar.
“La custodia la tuvo la Guardia Nacional y autoridades de la Benito Juárez durante la noche. No entró nadie, además la Fiscalía General de Justicia selló todos los departamentos, por eso se me hace muy rato”, dijo en entrevista.
Urzúa Venegas añadió que en cuanto se calme la situación, los vecinos tendrán la oportunidad de buscar sus pertenencias, y en cuanto se tengan el dictamen por parte de la Fiscalía, el seguro podrá decir a cuanto ascendieron los gastos de este incidente.
Con información de Carlos Vega
FS