En estos primeros seis meses de 2021 en Hidalgo, Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos A.C. (Seiinac), contabiliza la muerte violenta de 33 mujeres, siendo febrero el mes con mayor número de casos al registrar 11, y en este mes que está por concluir, son tres.
Así lo informó el presidente de esta asociación, Rafael Castelán, quien señaló que lo números de registros que avalan la violencia contra las mujeres y que culminan en su asesinato sigue en aumento, siendo Pachuca el municipio en donde más se comenten los crímenes.
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"Por desgracia, estos números continúan incrementándose y cerramos el mes de junio con tres casos, por desgracia, y hay casos emblemáticos como el caso de la señora Margarita que fue asesinada de un balazo y pues el culpable no tuvo un proceso debido a la edad", indicó Castelán.
En enero se presentaron seis casos, en febrero fueron 11, en marzo se registraron nueve, mientras que en abril y junio, tres, siendo el mes de mayo en el que solo hubo un registro de la muerte de una mujer en forma violenta en la entidad.
Así también informó que de estos 33 casos, la edad promedio es de 34.9 años, siendo también Huejutla de Reyes, Huichapan, Tepeji del Río, así como Pachuca, los municipios en donde se han presentado el mayor número de muertes violentas en la entidad.
Por otra, dijo, es en el mes de junio cuando se presentó una muerte que provocó la incertidumbre a nivel nacional, la muerte de la doctora Beatriz Hernández Ruíz, de 29 años, fue uno de los tantos casos que llamó la atención tras las irregularidades que se dieron y que para Castelán, es un feminicidio social, por lo que urgió a una campaña de sensibilización.
"En el caso de la doctora Beatriz, que vimos como todo el desarrollo de las investigaciones y de cómo se ha reclasificado el caso, pero independientemente de esto, pedimos que haya una campaña más amplia de sensibilización y bastante prevención, porque si nosotros nos ponemos a analizar en el tema, esta muerte sigue siendo un asunto de patriarcado de cómo está funcionando esta idea que pretende ser y no, hacia el exterior, con toda esa fuerza que desenfocó el tema central de su muerte.
"Para nosotros es violencia de género y socialmente, sí lo consideramos una muerte violenta, un feminicidio social y aunque jurídicamente no es posible acreditarlo como feminicidio, para nosotros lo fue", expuso.
En este contexto, indicó que se requiere que todas las instituciones tengan estrategias de prevención, capacitación, asesoría a la población, "independientemente de si es una dependencia de servicios o no, pero tiene que tener mucha claridad en los protocolos de atención, y si solo nos dedicamos pocas instituciones o un grupo de mujeres está luchando porque se eviten estas muertes, y se esclarezcan los asesinatos, en realidad los esfuerzos estarán limitados y los resultados serán mínimos", concluyó.