La insistencia del gobierno federal por transportar toda el agua residual del Valle de México y su zona metropolitana a través del río Tula obedece a un interés por llevar esa agua a entidades del norte, sin importar la devastación al ecosistema o a la integridad de las zonas rurales y urbanas que cruzarán las descargas.
Lo anterior lo acusó el Colectivo de Comunidades en Defensa de la Vida y el Territorio de la Región Tolteca, agrupación que agregó que “el proyecto de destrucción del ecosistema del río Tula que se está ejecutando en este momento, para convertirlo en megacanal de aguas negras, talando árboles centenarios, ampliando y revistiendo el cauce con concreto, obedece principalmente al proceso de hiperurbanización de la zona metropolitana del Valle de México y a la necesidad de desalojar grandes cantidades de agua de lluvia que se precipitan sobre la Cuenca del Valle de México”.
Además refirió que dicha cuenca ha perdido “la capacidad de captar, filtrar, almacenar y recargar sus acuíferos de forma natural con la lluvia, esto debido al desecamiento de las zonas lacustres, la disminución de los sitios de regulación y la deforestación de los bosques de captación de partes altas de la cuenca para abrirle paso a la selva de concreto que se sigue expandiendo”.
La agrupación ambiental denunció que “esta gran cantidad de agua, principalmente pluvial, desalojada por el sistema de drenaje profundo de la Ciudad de México, el cual es administrado por varios sistemas operadores, entre ellos SACMEX, CAEM, OCAVM y Conagua, “se conduce por el río Tula hasta la presa de Zimapán, en donde a través de un acueducto se lleva al estado de Querétaro para los grandes usuarios”.
La organización externó que “actualmente se está desarrollando un nuevo acueducto y se proyecta un tercero, a esto se suma la reactivación del proyecto Monterrey 6 para llevar agua de la Cuenca Pánuco-Moctezuma (a la que pertenece el río Tula) hacia Nuevo León y Coahuila a través de un gran tubo de 600 kilómetros”.
Por lo que el plan presentado por Conagua es “un proyecto que no obedece a la necesidad real ni de los tulenses ni de los municipios y comunidades por los que atraviesa el río Tula en todo su trayecto; solo quieres usar el río para concentrar el agua que expulsa la megalópolis y llevársela de forma artificial.