Una de las postales que más llaman la atención en el día a día de las ciudades es la de los artistas urbanos en los cruceros, los cuales en los escasos minutos que dura el rojo del semáforo buscan entretener a los conductores a cambio de una merecida propina.
Aunque los hay de todas las disciplinas, son los malabaristas los que han encontrado en las cebras peatonales el principal escenario para desarrollar sus mejores trucos y ganarse el sustento del día.
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Una pasión que comenzó a los 13 años
En La Laguna han surgido destacadas personalidades de las calles, que aunque poco se aprecian en la región, han logrado el reconocimiento en otras tierras, tal es el caso de Zamaek Moreno Rodríguez, una joven de 26 años que desde la colonia Moderna de Torreón ha llevado su arte urbano hasta Europa.
Zamaek tuvo su primer acercamiento a las artes circenses a la edad de ocho años, ya que sus padres son artesanos y la llevaron a un evento en Torreón denominado Encuentro de Circo del Norte, donde vio por primera vez los malabares y le gustaron mucho, pero aún no se imaginaba que cuatro años después ya estaría dando su primer taller en ese mismo festival.
"Ahí lo vi por primera vez y tres años después empecé, mi abuelita me compró mi primer hula y ya nunca paré, empecé a los 13 años, ahorita tengo 26 años", refirió.
Pero por si fuera poco, ya se encuentra formando a una segunda generación que empezó aún más joven, su hija comenzó a darle al hula hula a los dos años, ahorita ya tiene nueve y manipula cuatro aros, ha ido a eventos de circo, es reconocida por la comunidad de malabaristas y ha estado en teatro y televisión.
Artista del malabar y la pirofagia
"Zam" como se le conoce, trabaja en la calle, en semáforos, plazas públicas y parques, se especializa en la disciplina de malabar con hula hoop, mejor conocida como hula hula, en su rutina de semáforo manipula seis aros.
Aunque también tiene show de fuego, donde utiliza distintos artefactos, como aros, abanicos y cadenas, además de practicar la pirofagia, que es el arte que involucra comer y escupir fuego, pero explicó que también hace un poco de música y artesanías.
"Este arte me ha dado la posibilidad de salir de México, he estado en Europa dos veces, mi primera vez fue a los 22 años, me fui sola y a hacer lo mismo allá, a trabajar en la calle, plazas, semáforos. Ahora que fui por segunda vez estuve viviendo siete meses allá", expresó.
Zam ha recorrido siete países
Zamaek a visitado Holanda, Alemania, España, Francia, Austria, Bélgica y Serbia, siendo este último país el que más la cautivó, no sólo por sus grandes ciudades, sino por la calidez de las personas, además narró que tuvo que salir de ahí para renovar su pasaporte, pues sólo permiten la estancia a extranjeros por 90 días.
"La gente se asombraba un montón al ver mi rutina en el semáforo, yo veo mucho la cara de las personas, al momento en que entro y me ven por mi aspecto, ya que llevo muchos tatuajes y vestimenta un poco distinta a la normal, al principio me ven con una cara muy distinta, muy rara, así como de '¿esta chica que hace?', y ya cuando hago mi rutina veo cómo se asombran, me reciben con aplausos, me felicitan y pues eso es lo que llena nuestro trabajo no, lo que nos llena de felicidad", apuntó.
En Serbia, a Zam le preguntaban cerca de 20 veces al día de dónde era y al mencionar que es mexicana causaba más asombro, al tratarse de un país tan lejano, pero su meta siempre ha sido salir a conocer el mundo.
Respecto a los gastos que implica viajar por Europa, la lagunera señala que de las propinas que recibía en el semáforo costeaba todos sus gasto.
"Me fue muy bien por que la gente apoya mucho, les gusta mucho cooperar, hay algunos países donde se gana menos, otros más, pero casi en todos sale para tu hospedaje, tu hotel, tu comida, el gasto del día", agregó.
México, único país donde ha sufrido acoso y discriminación
Pero aunque le llena de orgullo decir que es de México, reconoce que en su propio país es donde más se dificulta su labor por factores como la discriminación y el acoso a las mujeres que trabajan en las calles.
"En Europa nunca sufrí discriminación, pero aquí en México sí he sufrido, la gente es muy malinchista y no ven lo que hacemos como arte, nos ven como vagos, como delincuentes, ya por el hecho de estar en la calle", contó.
Además, destacó que en México no se cuenta con el apoyo de las autoridades al arte urbano, ya que por el contrario, son las mismas corporaciones policiacas las que les impiden trabajar en los cruceros, sobre todo en el norte del país, donde la policía es más fuerte y juzgan el tener tatuajes.
"En Gómez Palacio la semana pasada a un amigo lo quitaron y preguntamos el motivo, no dieron el motivo, simplemente por que no les gustaba vernos ahí", indicó.
En contra parte, mencionó que en Europa reciben el apoyo y aplauso en todo, además de no sufrir acoso sexual, ya que es uno de los temas más preocupantes entre las compañeras malabaristas que trabajan en los cruceros mexicanos.
"En México la principal molestia en una mujer, con varias compañeras también lo hemos hablado, hay mucho acoso en la calle y allá jamas recibí acoso, tal vez sólo unas miradas raras pero nunca me faltaron al respeto", reiteró.
Presencia en eventos internacionales
Zam señaló que ha tenido participación en eventos internacionales, como la Convención de Berlín, donde solicitaban a una chica y pudo llenar uno de los shows, aunque no tenía nada preparado, realizó un acto espontáneo que le ayudó a recibir el apoyo de los compañeros malabaristas de otros países, siento acogida por la comunidad como un buen artista, reconociendo su talento y trabajo.
Además, ha participado en diversas competencias, aunque por el momento sólo ha logrado llegar a las finales, pero trabaja duro para que pronto esos reconocimientos de participación comiencen a convertirse en primeros lugares.
Planes para el futuros
Una de las principales motivaciones de Zamaek es su pequeña hija y en esta ocasión regresó por ella, pues busca llevarla a viajar y enseñarle el mundo, darle ese conocimiento que pocos tienen a temprana edad, además de seguir trabajando para cambiar el estereotipo negativo que la sociedad tiene respecto a los artistas urbanos.
"También que la gente cambie su perspectiva de nosotros, que vea que somos artistas y lo que hacemos es trabajo, trabajo honesto y honrado, que acepten la libre expresión de nosotros, por que no somos diferentes, somos iguales pero así nos vemos, solo que acepten y respeten", recalcó.
Zam buscará cumplir su sueño de conocer la India y Brasil y concluyó con un mensaje a todos los espectadores del los artistas de semáforo: "El arte callejero no es delito, solo somos artistas en un escenario espontáneo".
GERR