La casa de madera de la señora Fidelina Cariño ha resistido los casi dos meses de intensas lluvias en Chalco y aunque durante al menos dos semanas parecía que la calma había llegado, este fin de semana su vivienda se volvió a inundar.
En incertidumbre ante lluvias
Con ayuda de cubetas, junto a su hijo, sacan el agua de los cuartos donde aún se percibe la marca de más de 70 centímetros del agua negra que los dejó sin patrimonio el mes de agosto, y aunque ahora sólo alcanzó unos 20 centímetros, la incertidumbre no los deja tranquilos.
Fue el fin de semana cuando su casa comenzó nuevamente a inundarse, el agua salió de las coladeras e invadió los cuartos, el patio y el baño.
“No nos dicen nada, no se que carajos pasa, ahora si que sólo una ayuda superior es la que nos puede ayudar y esa es la de Dios”, dice entre lágrimas.
Sus cuartos divididos por bolsas negras de plástico permanecen limpios y con los pocos muebles que pudieron rescatar después de la inundación grave que inició desde el 2 de agosto y disminuyó hasta principios de septiembre, pero la madre ya sufrió afectaciones por la humedad y ahora temen que su casa se venga abajo.
Sin camas, ni enseres domésticos
Desde hace casi dos meses, Fidelina duerme en una base de madera con una cobija y una almohada, se quedó sin colchón debido a la inundación; sus dos hijos y su nieto, que además tiene discapacidad motriz, duermen en el suelo.
“Perdimos todo y los primeros días nos fuimos a quedar a la iglesia, el padre nos ayudó y ahí nos quedamos, pero nos tuvimos que regresar en cuanto bajo el agua porque sino se iban a meter a robar todo lo que nos quedó o lo poquito que pudimos rescatar, nos la pasamos limpiando, limpiando y limpiando”, dijo.
Con el apoyo de las personas pudo obtener una parrilla de mesa donde preparan sus alimentos diarios, su hija sale a trabajar y su hijo la ayuda a limpiar, pues perdió su empleo durante esta crisis.
“Sin colchones, todo se nos echó a perder, no tenemos donde sentarnos, donde acostarnos, no tenemos nada, aún así le damos gracias a dios porque tenemos la vida”, aseguró.
Urge el apoyo
La señora Fidelina aseguró que urge el apoyo de las autoridades, pues detalló que, los ocho mil pesos que les otorgó el gobierno federal no les alcanzaron para casi nada de las necesidades que tienen.
“No alcanza ni para un millar de tabique, ni mucho menos para las cosas que perdimos mi familia y yo en esta inundación”, finalizó.
PNMO