Comunidad LGBT+: así se va la vida tras las rejas

Georgina Mendoza Romo, jefa de Psicología del Cereso 1 Norte, afirmó que para entrar a la Zona Rosa los internos deben someterse a una serie de pruebas.

Mendoza Romo, que evalúa los comportamientos de los reos LGBT+, explicó que todas y todos están libres de problemas mentales y de alguna enfermedad de transmisión sexual.

“Lo que el centro les ha brindado es un espacio seguro para que no sean maltratados ni violados sus derechos y donde estén tranquilos. Ellos se encuentran completamente sanos. Ahorita no contamos con una persona que tenga algún problema de ansiedad o depresión”, explicó en entrevista con la plataforma MILENIO-Multimedios.

Se le cuestionó la manera en que se define el género de un candidato a la Zona Rosa.

“Todo se va evaluando conforme las áreas de entrevistas iniciales, desde criminología, laboral, psicología”, afirmó.

Historias

Llegó de turista y enseña inglés

Alexander, alias La Colombiana, se ganaba el pan ejerciendo el “oficio más antiguo del mundo”. Con un físico que pasa los 1.75 de altura, de piel oscura y con una risa picarona, expone que en 2019 dejó Medellín (por eso su apodo) y arribó a México para turistear.

“Cometí un delito, el cual me trae a este Cereso (de Apodaca) y dicen que cometí el delito de robo, llevo 19 meses detenida. Me condenaron a 16 años porque pues inicialmente me capturan por un delito contra la salud, un delito que no tenía y después me agregaron el robo que no fue ejecutado, simplemente porque andaba en un carro y por la zona donde se ejecutó”, cuenta de espaldas a la cámara.

Con el micrófono del Canal 6 en mano, afirma que salió de su país por la pobreza que sufría en Colombia y explicó cómo mata el tiempo.

“Pues dibujo, en la psicología nos están apoyando con manufacturación y unas muñequitas que se hacen arrancándose el hilo y no sé cómo le llaman aquí... ah, sí, de estambre”, dijo, además sacó de su pecho “su labor”: “hablo inglés y otros idiomas, aquí les enseño yo”, entre risas.

Aunque pareciera ser la más fuerte del clan, la realidad es que, al igual que sus compañeras de la Zona Rosa, la soledad la persigue porque nadie la visita en la cárcel.

“Aspiro a que algún día venga mi familia y eso es el tormento mío”, concluyó y tragó saliva ante el recuerdo y el peso de un abandono que cala.

Lamenta el abandono que vive en la cárcel

Profesional de la seguridad privada y con entradas en el cabello, El Teca Martínez es un hombre bisexual de 40 años, nuevo en la Zona Rosa quien actualmente purga su condena de 60 años por violación.

“Se me acusa por equiparable a violación. Ya estoy sentenciado a 60 años”, declaró mientras el silencio se mantuvo por segundos.

“Estoy tratando un poco más a la comunidad, anteriormente yo vivía en población, soy bisexual, siempre se me ha respetado y respeto a los compañeros, y no he tenido problemas con nadie”, recordó.

El Teca refirió que su familia, numerosa, sabe de su estancia dentro del centro penitenciario, sin embargo, nadie lo visita.

“Era empleado de seguridad privada y traslado de bienes. Si se pudiera reducir la condena pues qué padre, sería algo chido. Si apuramos la ley se nos acaban las balas y pues entonces ya no se puede hacer nada”, concluyó y entregó rápidamente el micrófono.

Los problemas auditivos no le impiden ser una diva

“¿Ya?”, preguntó antes de comenzar. “Le falta madurar, es casi un niño, blanco como el yogurt, sin ese toro que tu llevas en el pecho. Fragilidad de flor. Nada que ver con mi perverso favorito”, fue lo que La Cantante entonó a petición de sus compañeras, concretamente el tema “Hacer el amor con otro”, de Alejandra Guzmán.

Tímida y con dificultades, se alegró mientras sus compañeras la avalaban.

La Cantante, a pesar de sufrir por problemas auditivos, se jactó de ser la mejor imitadora de las divas musicales de la escena en México “Casi no escucho, perdón”, y se despidió.

Chef de profesión y seguidora de Es Show

Caracterizada como la mujer de Satán, no necesariamente por conocer al rey del inframundo, sino por tener asemejarse al personaje Yessica Beltrán, de la serie Sin senos sí hay paraíso, La Diabla contó que ella tomaba “prestadas” las prendas de las tiendas departamentales hasta que la atraparon en la operación.

Chef profesional, bromista, amante del Canal 6 y del travestismo, La Diabla explicó que espera ser enjuiciada por robo y reincidencia, y también espera ver a su familia, aunque las esperanzas son pocas, dado que es originaria de Yucatán.

“Soy gay, me considero gay. Soy chef profesional y me gusta mucho la comida oriental, poblana y yucateca. Yo soy de Yucatán. No tiene mucho que nos pasaron a una Zona Rosa, pero sí nos benefició porque tenemos más privacidad allá adentro”, relató mientras acomodaba sus dibujos.

La Diabla animó a sus compañeras y les pidió recordar cuando imitaban a los participantes en Reinas del Palenque en Es Show, emisión conducida por Ernesto Chavana.

Durante la entrevista, aprovechó para enviar un saludo a la licenciada Maria Julia Lafuente, y pidió apoyo para que les den artículos de higiene personal.

“La gran mayoría de las que estamos en el pasillo rosa son foráneas y no tienen visita y es muy difícil que tengan artículos de limpieza”, indicó.