El trabajar a la intemperie parece tarea sencilla, excepto cuando el termómetro ronda entre los 45 y 46 grados centígrados.
Tal es el caso de Felipe Martínez, quien trabaja en la instalación de un sistema de riego en el parque La Alameda, en pleno Centro de Monterrey.
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“Es complicado trabajar con esta temperatura, por eso siempre estamos alerta ante la posibilidad de deshidratación, la insolación. Está muy complicado”, mencionó el trabajador.
Y aunque su indumentaria parece sacada de una película, pues tiene cubierta totalmente la cara, la cabeza, los brazos y las piernas, y solo se le ven los ojos, pues busca evitar afecciones como el cáncer de piel.
Felipe sabe que la labor que desempeña es vital para devolverle la majestuosidad al céntrico paseo.
“En esta temporada de calor estamos tratando de trabajar una hora y descansar entre 10 y 15 minutos, tomar agua en ese ínter, para hidratarnos, la idea es no afectarnos”, refirió el trabajador.
Sus horarios son de 08:00 a 17:00, es decir, en los lapsos más calientes del día él mide distancias en las que habrán de instalar mangueras para riego en el emblemático parque central.
“En la medida de lo posible tomamos un vaso de suero y uno de agua natural”, compartió en entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios.
Ante ello, Felipe Martínez hizo un llamado a la gente que tiene que salir a la calle y especialmente a los que trabajan bajo el sol, para que se protejan sobre todo en esta época del año cuando las temperaturas comienzan a ser extremas y pueden convertirse en un riesgo.
“Que tengan cuidado, si uno se empieza a marear es cuando ya le está afectando el sol. Uno a veces empieza a ver nublado, por eso hay que descansar”, refirió el habitante de Apodaca.