El pasado 29 de mayo, Alfredo Flores, decidió terminar la relación con su ex pareja, pues durante el tiempo en el que estuvieron juntos tenía comportamientos obsesivos y violentos hacia él, pero la noche que se lo anunció la respuesta fueron golpes que terminaron arrojándolo por las escaleras de su domicilio.
“Yo quería hablar con él dos días antes para que nuestra relación acabara en buenos términos, pero él nunca permitió el diálogo. Ese día salimos por unas cervezas, mi ex, mi rommie y yo, regresamos y subo al cuarto para hacer la limpieza de mis mascotas, cuando de repente me alcanza en la parte de arriba y me dice: '¿qué chingados te pasa?' Y cuando lo intento calmar, porque venía muy agresivo, me azota contra la pared luego de decirle que ese era nuestro último día como novios”, contó Flores a MILENIO.
Alejandro, ex pareja de Alfredo, siguió golpeándolo en el rostro y lo jaló del cabello hasta llegar a las escaleras.
“Yo intentaba zafarme de él, pero era imposible, pues es más alto que yo, por lo que en un momento llegamos a la orilla de las escaleras y tras los golpes, caímos de las escaleras. Imagínense, son cuatro pisos. No podía creer lo que pasaba, pues además de estar con mi compañero de cuarto, estaba mi madre, no sabían ellos qué hacer”, externó.
Una vez que la madre de Alfredo y su rommie se percataron de lo sucedido, “le rogaron” a Alejandro que parara de golpearlo.
“Después de golpearme me dijo, 'dame la pulsera que te regalé', y le dije 'sí, pero vete de mi casa', y se largó”, relató.
Sin embargo, las agresiones contra Alfredo no terminaron ahí, pues Alejandro se vengaría dos meses después por haber terminado su relación.
“Pasó como una hora después de la pelea cuando me envía un mensaje a mi celular en el que decía que supuestamente le habían pegado saliendo de mi casa. Obviamente me espanté, mi primera reacción fue salir a buscarlo y fue entonces cuando abro la puerta de mi casa y ahí se encontraba su hermano y otra persona. Me empezaron a golpear también, ellos sí me querían matar”, relató.
Alfredo fue agredido por su ex cuñado con un bóxer, ocasionándole diversas fracturas en el rostro y el desvío de tabique nasal, y también hirieron a su rommie, quien trató de evitar que los agresores no terminaran con la vida de su amigo.
“Él quería matarme, no quería lastimarme. Me decía, 'para que aprendas, pinche jotito'. Yo sólo sentía los golpes en la cara. Mis vecinos salieron en mi defensa, y cuando sucede eso, los agresores se retiran y antes de subir a su camioneta, grita uno de ellos, saca la fusca. Yo tenía miedo”, dijo.
No fue intento de homicidio, fue violencia familiar: MP
Alfredo asistió dos días después a la Agencia Especializada en Atención de Usuarios de la comunidad LGBT+, ubicada entre la calle Zarzo y Violeta de la colonia Guerrero, en la alcaldía Cuauhtémoc, para denunciar a sus agresores.
“Mi denuncia no dice nada, detalla que me pegaron y me dejaron tirado en el piso, por lo que pido ejercer mis derechos. Cuando se lee la denuncia parece como si solo fuera una riña entre gays, pero también hubo amenazas de muerte y nada de eso pusieron en mi declaración. La carpeta de investigación no la abrieron por intento de homicidio, sino por violencia familiar”, explicó.
Lamentó que las autoridades no manejen estos casos desde una perspectiva de género, pues la encargada de la unidad, Martha Elías Melo, quien abrió el expediente CI-FIDAGAP/LGBTTI/UI2C/D/00171/05-2021, lo ha maltratado.
“Tras una revisión, un médico legista me dijo que mi nariz necesitaba una operación, la cual la tienen que pagar los agresores, pero para que eso pase, le tienes que caer bien a ese médico. O sea no quieren hacer su chamba, pues apenas platiqué con la encargada y me dijo que ella qué podía hacer. Esto me lo dijo al presionarla para que mi caso no quede impune, pues mis agresores están ahí afuera, con el riesgo de que me pase algo o vuelvan a intentar matarme”, señaló.
Posteriormente acudió a un encuentro con el Coordinador de Atención y Educación, del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred), Alfonso García Castillo, y ambos coincidieron en que, de acuerdo con el tipo de violencia que hubo no fue violencia familiar, sino una tentativa de crimen de odio.
Alfredo sólo pide que su caso tenga pronta respuesta, pide justicia y que se le repare el daño ocasionado.
“El día de hoy pido que la violencia no se normalice de ningún tipo. Yo ahora me salvé, porque si mi amigo Víctor no hubiera salido a defenderme y ser el costal de papas que fue mientras recibía los golpes, a mí me matan”, finalizó.
DMZ