Tecnoestrés laboral y productividad, temas que deben atender las empresas

Esmeralda Díaz se levanta todos los días a trabajar desde casa, y no existe descanso para recuperarse del estrés y el cansancio que va cargando desde hace más de un año que inició la pandemia

El covid aceleró la adopción del "home office". (Jorge González)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Esmeralda Díaz trabaja desde casa, casi desde el inicio de la pandemia, y lo que creyó sería una forma “más relajada de realizar sus labores” no fue así, ya que sus actividades con la empresa en la que fue contratada hace dos años han aumentado, y sus tiempos libres han disminuido y los ha tenido que repartir entre sus gustos y obligaciones personales.

Tras más de un año de trabajar en esta forma, asegura que ha comenzado a adaptarse, aunque esta “normalización” también le ha traído dificultades para dormir, se siente estresada y hasta ha pensado en renunciar por la cantidad de obligaciones que hoy tiene que cumplir.

  • Te recomendamos


“Al principio pensé que sería cómodo estar en casa y logré ser más productiva, acababa mis objetivos semanales pero, conforme avanzaban las semanas, mi jefe me solicitaba más y más trabajo, tanto que no lograba conciliar el sueño, despertaba cansada y el trabajo no disminuía.
“Le dije a mi jefe que había sobrecarga de trabajo, pero esto le molestó y como siempre su respuesta fue que había muchas personas sin trabajo, por lo que decidí continuar pero me siento realmente agotada y tengo menos tiempo personal para estar con mi familia y mis hijos, pero se necesita el trabajo, pero la carga sigue en aumento porque yo creo que piensan que uno no hace nada por estar en casa, situación contraria porque uno debe dividirse entre ser madre o padre, cumplir con el trabajo, los hijos y las actividades cotidianas como hacer limpieza, la comida, y descansar”, señala.

Cambios radicales

Esta situación se agudizó aún más debido a que el paso a la modalidad home office fue “un cambio abrupto” y las y los trabajadores “fueron obligados a modificar su forma de trabajar, fueron muchos cambios para un ser humano que no pueden procesar”, indicó Neja Brglez, directora de Plataformas Digitales de Join2Work.

“Lo que sucedió con la pandemia fue un cambio abrupto y fuimos obligados a cambiar nuestra forma de trabajar y muchas empresas impulsaron la digitalización y eso estuvo bien, pero lo que se les esta olvidando de lo que antes se tenía era este contacto en el que estábamos intercambiando situaciones personales, y eso no debería desaparecer.
“Por desgracia, algunas empresas están viendo la situación sólo del trabajo y están prefiriendo la productividad y se les olvida el ser humano que está usando la plataforma, es por eso que debemos impulsar la digitalización pero también se debería impulsar cursos de plataformas adecuadas, buscar centralizar las necesidades dentro de una sola plataforma y hacer planeación de cómo trabajar por objetivos, cómo impulsar la estrategia con colaboradores, comunicarnos, pero también tomarnos el tiempo para conversar con los compañeros de trabajo, porque necesitamos seguir conviviendo, pero también recordar que el cambio viene de uno mismo y de tener un líder preocupado por esta situación”, mencionó.

Y es que dijo, el líder debe ayudar a que sus colaboradores sigan creciendo a través del cuidado y la preocupación por su bienestar, así como de impulsar estas necesidades “y así hablaremos de posicionamiento y de crear grandes marcas en el mercado laboral, porque aumentará el entusiasmo y con ello la productividad”, expuso, no sin antes mencionar que el Banco Interamericano de Desarrollo señaló que, durante esta emergencia sanitaria la productividad ha aumentado 70 por ciento, aunque con ello también el tecnoestrés.

¿Qué es el tecnoestrés?

De acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la falta de habilidades para manejar y trabajar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como su uso excesivo, pueden llevar a las personas a sufrir de tecnoestrés, así lo refiere Juana Patlán, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.

“Este trastorno se presenta en todas las personas que por su trabajo o actividades cotidianas están en contacto con el uso de las TIC, siendo la población joven la más afectada.
“Y si bien las TIC facilitan diversas actividades, también han provocado alteraciones tales como el tecnoestrés”, destaca Patlán.

El tecnoestrés se deriva de un desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales. Su aparición depende de las habilidades de las personas que el manejo de las tecnologías, del contenido y los cambios en los puestos de trabajo, así como de las estrategias utilizadas por las empresas.

Al no contar con estas condiciones, se genera un desajuste que puede provocar ansiedad, cansancio, dolores de cabeza, fatiga mental y física, dolores musculares, temor, aburrimiento, entre otras conductas negativas.

Productividad se ha visto agravada

A raíz de esta pandemia la productividad y compromiso de las y los trabajadores se desplomó a cifras sin precedentes desde el segundo trimestre de 2020 derivado de los trastornos derivados de un mal descanso, padecimiento que tiene el 45 por ciento de la población.

Así lo indicó José Mársico, especialista en temas de bienestar corporativo, quien agregó que para México, “un factor importante para estos indicadores se atribuyen también a que la mitad de las muertes son derivadas de enfermedades provocadas a una mala alimentación como la diabetes, cáncer y otras deficiencias, una epidemia que se vivía desde antes del covid-19”, expuso.

Es por ello que considera que las empresas tienen la oportunidad de hacer cambios importantes en el equilibrio por la salud física y mental de sus trabajadores en esta situación híbrida laboral que se vive, “la oportunidad de hacer algo grandioso por nuestra gente y que se convierta en resultados de negocios en un futuro”, explicó.

Es así como Esmeralda sabe que debe “resistir” para poder tener trabajo y espera que exista un cambio en la empresa para la que presta sus servicios, “porque ahora con todo esto de la pandemia he reformulado mi deseo por estar bien y no morir de un infarto ante la carga de trabajo por obtener un sueldo que no le llega al valor que tiene mi propia salud”, concluyó.

LAS MÁS VISTAS