La movilización de máquinas de bomberos en la avenida Madero en su cruce con Platón Sánchez es inusual, sobre todo cuando no se tienen reportes de incendios en la zona.
Pero en esta ocasión no están ahí para atender un llamado, sino para rendir tributo a quien por más de 54 años prestó sus servicios como apagafuegos: el comandante Andrés Molina Irigoyen.
Y es que el comandante emérito del Heroico Cuerpo de Bomberos de Nuevo León falleció este sábado, a los 79 años, debido a un infarto al miocardio.
Amado Rangel Rendón, director de Bomberos Nuevo León, dijo que hoy le realizarán un homenaje en la estación de Bomberos Central y posteriormente llevarán sus restos al panteón El Roble. El ex elemento estuvo hospitalizado desde abril, de acuerdo con su familia.
Molina Irigoyen prestó servicio a la comunidad durante 54 años como apaga fuegos, participando en servicios históricos como los del huracanes Gilberto, en 1988, y Alex, en 2010, además del los rescates de empleados de Pemex durante el incendio de la planta San Rafael, a finales de la década de 1980 y en 2011 en el incendio del casino Royale.
También participó en los operativos de rescate tras el sismo de 1985 en la Ciudad de México, motivó por el cual en 1986 fue condecorado por el entonces presidente Miguel de la Madrid.