Profetas en su tierra

La mañana de este martes 30 de abril, tres médicos científicos recibieron un homenaje en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara.

Héctor Alfredo Gómez Vidrio (Fernando Carranza).
Horacio Padilla Muñoz (Fernando Carranza).
Lorena Alfaro asistió en lugar de sus padre Francisco Alfaro Baeza (Fernando Carranza).
Teresa Sánchez Vilches
Guadalajara /

Son tres eminencias de la medicina en Jalisco. La mayor parte de sus vidas la han pasado entre los pasillos del Hospital Civil y las aulas de la Universidad de Guadalajara. No paran de estudiar y trabajar desde que comenzaron sus carreras, hace más de 50 años. El desarrollo de sus conocimientos en estas décadas y la transmisión de su saber a las nuevas generaciones ha marcado el rumbo de esta profesión no solo en el estado, sino en el país. Pero, sobre todo, lo que más los distingue a decir de sus allegados, colegas y conocidos, es el amor que le tienen al oficio, la generosidad con la que trabajan por el prójimo. Son profetas en su tierra.

La mañana de este martes 30 de abril, tres médicos científicos recibieron un homenaje en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”. A partir de esta fecha, tres áreas del recinto tendrán los nombres de estos maestros: Auditorio Magno de la Torre de Especialidades Dr. Horacio Padilla Muñoz, Servicios de Ginecología del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Dr. Francisco Alfaro Baeza y Servicio de Endocrinología Dr. Alfredo Gómez Vidrio. Recibieron, además, una placa grabada y los aplausos de sus familiares y colegas.

Cada uno en su especialidad, los tres se destacaron desde muy jóvenes.

El director general del O.P.D Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, resaltó la importancia de reconocer a los profesionales que han dejado huella en el campo asistencial, en la docencia y en la investigación, fundamentales para dicha institución: “Con esto quedará claro a las siguientes generaciones lo que ellos dieron a esta institución. Este homenaje significa honrar el ejemplo. Porque no han sido maestros solo en el campo de la medicina”, señaló.

“Con esto expresamos la gratitud. Por lo que tres áreas importantes del Hospital Civil de Guadalajara tendrán sus nombres. Para que quede establecido para la posteridad quiénes son, quiénes han sido y quiénes serán estos doctores”, añadió.

El primer homenajeado fue el endocrinólogo Alfredo Gómez Vidrio. Quien se graduó de la Facultad de Medicina en 1962. En 1968, de la mano del doctor Juan Campos, fundó el Servicio de Endocrinología en el Antiguo Hospital Civil, del que es jefe hasta la fecha. Tiene más de 55 años de colaborar en el HCG y más de 40 como decano de la UdeG.

En su discurso, el doctor Gómez Vidrio subrayó que en 1975 se instaló el Servicio de Endocrinología: “Alrededor de los 70 médicos endocrinólogos en Jalisco y en el país se han formado en este servicio”.

El segundo galardonado fue el ginecólogo Francisco Alfaro Baeza, quien no asistió a la ceremonia. Su hija, Lorena, fue en su representación.

Calificado como un promotor incansable de la innovación en las ciencias médicas, este doctor cuenta que desde niño supo cómo era la vida de los médicos, ya que le tocó crecer entre doctores reconocidos. A los siete años entró por primera vez a un quirófano. Los pasillos del Hospital Civil eran como su segunda casa. Obtuvo el título de cirujano partero y fue uno de los primeros promotores de programas de especialización en ginecología y obstetricia.

Además, es reconocido como precursor en los avances tecnológicos a escala nacional en laparoscopía y la cirugía. También fue el primero que hizo en Jalisco una inseminación que originó un “niño de probeta”.

El tercero y último en ser distinguido fue el pediatra Horacio Padilla Muñoz, a quien sus alumnos atribuyen la enseñanza del juicio clínico ante todo “y después los estudios para la confirmación diagnóstica”.

Maestro emérito de la UdeG y doctor Honoris Causa, tiene múltiples distinciones, reconocimientos por parte de muchas instituciones nacionales, latinoamericanas y europeas. Impulsor del arte, de la cultura de la historia de la medicina y, particularmente, de la que se lleva a cabo desde el HCG.

Es visto por sus conocidos como una persona consecuente con su pensamiento y famoso por privilegiar el razonamiento sobre la teoría, la utilización del método científico, el interrogatorio y la exploración física.

Con la voz entrecortada, el médico de más de 90 años de edad agradeció a quienes han contribuido a los logros de su camino: “De joven ayudé, de anciano he sido ayudado, agradezco a quienes permitieron servirles, pero más a quienes me hay ayudado”, dijo.

Al acto asistieron representantes de la Universidad de Guadalajara y del Gobierno del estado.

SRN

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