La criminalidad es la muestra de que los iconos religiosos se usan para quitar la vida, situación que revela que existen personas que abordan la religión católica de una manera infantilizada y no madura.
El investigador de origen poblano, Juan Luis Hernández Avendaño, rector de la Universidad Iberoamericana Torreón, lamentó que, en la actualidad, diferentes integrantes de grupos delictivos lleven en sus armas imágenes de la virgen de Guadalupe o de Cristo.
“Los delincuentes tienen sus armas con oro y vírgenes de Guadalupe. Entonces, a qué voy. En América Latina se mata con un crucifijo colgado del cuello, con una virgen de Guadalupe en un fusil de asalto. Es decir, los rostros de la religiosidad en México y en América Latina son rostros en los cuales aparece la virgen, Dios, Cristo, en manos de homicidas. Luego entonces, ¿cuál es el horizonte para los próximos años en América Latina? Pues, que nuestros vecinos, nuestros compañeros, los que de una u otra manera están entre nosotros, puedan acercarse al Dios Jesús de una manera madura, no en una religión infantilizada en la cual, desgraciadamente usemos íconos cristianos para matar”, expresó.
Hernández Avendaño expresó su dolor ante el doble asesinato de los sacerdotes de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, Javier Campos, conocido como “El Gallo”, y Joaquín Mora; además del guía turístico Pedro Palma, en el templo de la comunidad de Cerocahui, en el estado de Chihuahua.
“Me ha conmovido mucho el asesinato de Joaquín y de El gallo. Yo iba a ver a El galló el 25 de julio, nos habíamos quedado de ver. Para mí es muy fuerte que no lo voy a ver, que no lo voy a encontrar. El chueco mató a Joaquín y al gallo completamente drogado”, destacó.
Durante su participación en el Conversatorio: Teología de la Liberación y el compromiso de las universidades Jesuitas, Hernández Avendaño lamentó que Latinoamérica sea la región más desigual y violenta del mundo, es tan injusta como católica.
Defendió la idea de que apostar por la teología de la liberación que implica llevar la fe al encuentro con el otro, especialmente con el descartado, es decir, que los religiosos no se queden en sus templos.
“La Teología de la Liberación es hoy más urgente que nunca en un tiempo en donde sigue prevaleciendo la violencia, sigue prevaleciendo la injusticia, sigue prevaleciendo la cultura de la muerte (…). El horizonte es promisorio para quienes quieran salir del confort religioso. Debemos ser menos religiosos y más seguidores de Jesús”, apuntó.
En su participación, Karen Castillo Mayagoitia, directora del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, resaltó que el impacto de la teoría de la liberación es diverso, pero siempre parte de la realidad social de marginación y pobreza.
Esta forma de entender la Iglesia no ha estado exenta de controversias. La articulación de dos conceptos que podrían parecer contradictorios, rendición frente a Dios y libertad, parte de la intención de recuperar la praxis de Jesús y ofrecer una teología acorde a la realidad del Cono Sur, comentó Castillo Mayagoitia.
AFM