La Universidad Iberoamericana Puebla dedicó una ofrenda monumental a las víctimas fatales de la violencia y a los sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara, Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 80 años respectivamente, y al guía turístico al que intentaron proteger de un jefe criminal, los tres asesinados el pasado 20 de junio.
Mario Ernesto Patrón Sánchez, rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, destacó que a más de cuatro meses de los hechos violentos en la Sierra Tarahumara en Chihuahua sigue vigente y resaltó la importancia de recordar a los sacerdotes jesuitas.
“La memoria es el canal que nos permite experimentar en el presente, las grandes alegrías y las vivencias del pasado. En honor a la memoria y en honor a tanto amor recibido a través del testimonio de quienes ya no están con nosotros, hoy inauguramos nuestra tradicional ofrenda monumental que año con año presentamos como símbolo de presencia amorosa y eterna de aquellos y aquellas de quienes con su vida han sembrado en nosotros, la fe, la esperanza, el amor y la dignidad”, destacó.
La ofrenda monumental de la Ibero Puebla rememora a familiares, amistades e integrantes de la comunidad universitaria a quienes se les recuerda con carillo y honra a quienes dieron su vida por la verdad y la justicia, destacó Patrón Sánchez.
El rector de la Ibero Puebla lamentó que el país se encuentre en medio de dos frentes antagónicos en materia de seguridad en el estado de Chihuahua, el pasado 20 de junio de este año, situación que dejó un profundo dolor en la comunidad.
“Javier Campos y Joaquín Mora, jesuitas asesinados en Cerocahui, en el estado de Chihuahua, el pasado 20 de junio, ocupan un lugar de honor en esta ofrenda por haber dado la vida en defensa de la justicia hasta sus últimas consecuencias”, apuntó.
En la ofrenda monumental de la Ibero Puebla, se colocó en un lugar central el retrato de Esmeralda Gallardo, madre de familia que estaba buscando a Betzabé, su hija desaparecida en 2021. Esmeralda fue asesinada durante las primeras horas del martes 4 de octubre en la colonia Villa Frontera, cerca de la autopista México-Puebla, al norte de la angelópolis.
Esmeralda Gallarda se encontraba en la búsqueda de su hija Betzabé Alvarado, desaparecida en enero de 2021 con su amiga Fabiola Narváez Rojas. De acuerdo con las primeras investigaciones, el cuerpo de la activista fue encontrado con lesiones por arma de fuego y, al parecer, dos sujetos armados la agredieron desde una motocicleta.
“Ocupa un lugar central en este homenaje, Esmeralda Gallarno, madre que entregó la vida por amor a su hija, Betzabé. No dejó de buscar y no dejó de luchar desde que desapareció”, resaltó el rector de la Ibero Puebla.
El rector de la Ibero Puebla lamentó que el país se encuentre en medio de dos frentes antagónicos en materia de seguridad y ante el creciente impacto de la violencia, ya que, por un lado, la posibilidad de erradicar definitivamente la prisión preventiva oficiosa y, por otro, la militarización de los cuerpos de seguridad civil.
AFM