Ante la nueva realidad que enfrentan las sociedades por los efectos de la pandemia de covid-19 en la que se presentan problemas sociales y de pobreza, el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Mario Ernesto Patrón Sánchez, propuso la refundación de las instituciones de educación superior desde la convicción de su poder para gestionar las transformaciones de la población.
Destacó la urgencia de reconocer la crisis de las categorías del pensamiento que configuraron una realidad excluyente y violenta en la sociedad que enfrenta diferentes dificultades en medio de los efectos de la pandemia.
Al iniciar la Semana de Investigación en la Ibero Puebla, Patrón Sánchez resaltó que, después de dos años de pandemia, el mundo se acerca, aunque de forma desigual, al final de la emergencia sanitaria; sin embargo, México atraviesa un momento en el que la estridencia de los conflictos entre actores públicos configura un ambiente poco propicio para procesar los aprendizajes del último periodo.
Comentó que la Ibero Puebla abre el debate para poner en perspectiva los nuevos conocimientos generados y reajustar el norte para el porvenir, con la idea de construir una sociedad más justa, fraterna y cuidadosa de la casa común.
A pesar de las adversidades sociales, políticas y administrativas, para el rector de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita, los investigadores están llamados a no renunciar al compromiso de ser actores fundamentales en el rediseño del espacio público.
Resaltó que la Ibero Puebla cuenta con más de 59 investigadores que contribuyen a la generación de conocimientos en los diferentes institutos, observatorios y laboratorios; además, parte de ellos, participan en la elaboración de un plan estratégico para optimizar las fuentes de financiamiento y difusión de proyectos.
Por su parte, Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica, resaltó que la labor académica se desarrolla con rigor científico y principios éticos para la incidencia social; además, de manera paralela, se impulsa el diálogo entre la universidad y los agentes públicos, privados y sociales para ensanchar los canales para la divulgación científica.
En su oportunidad, el director del Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla, Miguel Calderón Chelius, destacó que, en la conversación cotidiana, el concepto de bienestar se convierte en un paraguas que engloba una serie de valores abstractos, pero que no siempre ataja realidades concretas.
“El análisis meticuloso de las dinámicas sociales es necesario para impulsar el desarrollo, uno se entiende como la búsqueda del bienestar y la dignidad. Mientras hay pobreza y hay desigualdad no puede haber bienestar”, expresó el especialista.
En su momento, la investigadora Claudia Eugenia Toca Torres resaltó la importancia de acercar al sector empresarial al concepto de bienestar, uno que sea definido por las comunidades y que apunte a la mejora de la calidad de vida de las personas.
“El llamado es a transitar de las iniciativas caritativas para empezar a hablar de estrategias empoderadoras”, finalizó la especialista de la universidad jesuita.
CHM