A la par de no tener la factibilidad del agua, muchos de los nuevos edificios que se construyen o ya están operando en el área metropolitana de Monterrey inclumplen con aspectos como áreas verdes, garantía de servicios y movilidad que impactan de forma negativa en el medio ambiente y el desarrollo urbano.
El presidente de la Sociedad de Urbanismo Región Monterrey, el arquitecto Valentín Martínez Cuéllar, identificó tan solo en Monterrey 56 edificios departamentales los cuales, en un alto porcentaje son adquiridos por inversionistas para uso personal futuro o para renta y con frecuencia se encuentran deshabitados.
Entre estos destacan algunos que coinciden con la lista emitida por Agua y Drenaje de Monterrey y otros tantos como Ávalon, Waii Tower, Ohrus, Cantera-Carza, LOLA, LALO, Torre República, Torre Luzía, entre otros.
"En Monterrey hemos detectado que son 56 edificios y en Guadalajara también son 56 empresas, esto nos lo dice en nuestra investigación Víctor Delgadillo, pero bienvenida la inversión y la densidad, siempre y cuando cumplan con la ley", explicó.
De acuerdo con la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano se permite la construcción siempre y cuando el edificio no rebase la capacidad de los servicios de agua, drenaje y electricidad o la movilidad urbana. Si esto sucede, el desarrollador tiene que asumir el costo de incrementar esta capacidad y la autoridad deberá mejorar la infraestructura.
"Algunos edificios de departamentos en Mitras, Vista Hermosa y Cumbres que ya han construido edificios y (cuentan) con las redes de drenaje que estaban diseñadas para una sola vivienda, pues no es factible, porque los diámetros de las tuberías no dan y se desborda el drenaje. El agua de la tubería a lo mejor cuentan con una cisterna, pero no cuentan con la infraestructura necesaria", agregó el especialista.
Otro problema que se identificó es el material con que construyen los edificios, ya que generan reflejos que aumentan la temperatura en la metrópoli, advirtió Martínez Cuéllar.
"Normalmente los edificios los construyen con cristal reflejante y el cristal quema el área verde, derrite los pavimentos. Es un factor importante de que la ciudad se está calentando cada vez más", expuso.
Por otra parte, la regla indica que por vivienda, el desarrollador debe dejar 22 metros cuadrados de área verde. En el recorrido realizado por la plataforma MILENIO-Multimedios se pudo observar que la mayoría dejan apenas una jardinera o una terraza, en muchos otros se detectó que el "área verde" es de pasto sintético y plantas artificiales; en algunos casos solo dejan 100 metros cuadrados cuando el edificio supera los 30 departamentos.
Aunado a esto, muchos de los edificios localizados en el centro de Monterrey, zona sur y Mitras se ubican en calles internas que no soportan el tráfico habitual y ahora tienen que enfrentar la carga de un edificio habitacional.
A decir del presidente de la Sociedad de Urbanismo Región Monterrey, este boom de vivienda vertical se autorizó en los últimos dos años por la pasada administración municipal de Monterrey.
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