La arquitectura jalisciense contemporánea lleva impreso el nombre de Ignacio Díaz Morales, uno de los arquitectos más reconocidos y de mayor aporte a los edificios y monumentos históricos de la ciudad.
Previo a la celebración de la creación de Jalisco como un estado libre y soberano, hacemos un repaso por los personajes jaliscienses más destacados de los últimos años.
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Nacido el 16 de noviembre de 1905 en Guadalajara Jalisco, desde su niñez Ignacio Díaz Morales comenzó a tener la curiosidad e inquietud por modificar y mejorar la ciudad de Guadalajara. Realizó sus estudios en la Escuela Libre de Ingenieros, recibiendo el título de Ingeniero Civil y Arquitecto.
A mediados de los años treinta, Ignacio Díaz concibió la cruz de plazas en torno a la Catedral tapatía, que se hizo realidad quince años más tarde, sin duda uno de los elementos más característicos del primer cuadro del Centro Histórico.
Intervino en la conclusión del Templo Expiatorio, proyecto original de Adamo Boari, así como su plaza, al lado del Ing. Luis Ugarte en 1925.
En 1947 realizó el proyecto de la Plaza Liberación y la Plaza de la Ciudad. De 1952 a 1960 realizó la restauración del Museo Regional y de los Torreones del Palacio de Gobierno en Guadalajara. De 1958 a 1960 construyó la Capilla para las Mercedarias, el Templo del Niño Jesús y el Templo de María Reparadora en Guadalajara; de 1961 a 1965 realizó la restauración de la Parroquia del Señor San José Obrero en Arandas, Jalisco.
Además, fue el responsable de las remodelaciones del Teatro Degollado, el Hospicio Cabañas y la catedral de Tuxtla Gutiérrez
Su trabajo retoma los elementos de la arquitectura vernácula de occidente como los patios, jardines y fuentes, para crear espacios en el que el hombre pueda encontrase a sí mismo. El principio de su arquitectura era buscar la esencia y el quehacer arquitectónico, pensamiento que se vio reflejado durante toda su carrera.
Un dato interesante es que en muchos de los edificios que intervino dejó su firma escondida, en forma de un triángulo en los muros y columnas de estos lugares.
Fue fundador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara en 1949 y la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos, Arquitectura A.C., conocida como Arquitac y Arquitectura Sacra, instituciones que han dejado una marcada huella en el medio de los arquitectos de Jalisco.
Sus entrañables amigos eran los arquitectos Luis Barragán y Rafael Urzúa, también personajes reconocidos por su papel en la arquitectura jalisciense contemporánea.
Ignacio Díaz Morales murió el 3 de septiembre de 1992, sus restos descansan en la cripta del Templo Expiatorio de Guadalajara.
MC