Impresiones 3D, un apoyo más para la protección contra el coronavirus

En Hidalgo, diversas empresas con esta tecnología como HAZ3D PRINT, han donado a personal médico caretas para evitar contagios de la enfermedad covid-19

HAZ3D PRINT colabora con la elaboración de caretas. (Especial)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Durante esta contingencia sanitaria por covid-19 la solidaridad se ha asomado en Hidalgo. En diferentes puntos del país, así como en el estado, se ha llamado a pequeños empresarios para sumarse a la causa utilizando la impresión 3D en la fabricación de componentes de protección individual como caretas, lo que pone a la tecnología al servicio de la salud y el bien común de la sociedad.

Así lo señala Ricardo Quintanilla Oporto, director de HAZ 3D PRINT, una empresa que surgió hace seis años, iniciada como una forma de experimentar y saber más sobre esta tecnología que, en mes y medio, ha producido un aproximado de dos mil caretas que se han donado a diferentes hospitales y centros de salud en Hidalgo, y una cantidad similar para la venta, recursos que se utilizan para seguir produciendo y donando.

“Nosotros ya teníamos acercamiento con lo que se venía haciendo con la impresión 3D y el tema de covid-19, pero lo malo es que no hemos producido más debido a que esta producción requiere de personal y, derivado de la contingencia, no hemos podido reunirnos el equipo para seguir fabricando, además de que la impresión es un poco tardada porque una careta se hace en un aproximado de 30 minutos, hasta una hora producirlas, pero sí requieren supervisión”.
“Hemos producido unas cinco mil unidades desde hace mes y medio, aproximado, unas 100 a 150 caretas diarias al día y de éstas, la mitad se han donado. No hemos podido donar todas porque nosotros dependemos de la venta porque es como sostenemos la operación”, señaló Quintanilla Oporto.

Indicó que muchas de las caretas se donaron a personas que acudían personalmente por algunas de estas, pero también Ricardo ofrecía otras, sobre todo a oficiales de policía y seguridad pública, que son personas que se encuentran expuestos a contagiarse del covid-19.

“Mucha gente que vino me decía que estaban en el hospital y pues les regalaba un paquete de 20 caretas o más unidades, o a los policías a quienes les hablaba, en donde estuviera, para donarles de estos insumos necesarios durante la contingencia sanitaria, mientras que otras personas también se vieron beneficiadas ya que regalaba en mis trayectos hacia el taller, sobre todo, a personas que ves que no pueden tener acceso a un artículo como éste”.
“Las donaciones son de buena fe, no me gusta ostentar con la foto para publicarla, pero he de decir que la contingencia me ha ayudado a que me conozcan, a detonar mi propio negocio, además de apoyar en este tipo de situaciones”, platicó.

Ricardo compró su primera máquina de impresión 3D hace seis años, mientras trabajaba como administrados de una tienda departamental, labor que le ocupaba mayor parte de su tiempo, “pero siempre he sido aficionado a la tecnología y tuve la impresora parada por seis meses, así que decidí ponerla a trabajar, aunque no fue funcional al principio por lo que la adapté y aprendí a armarlas y sí, dejé mi trabajo para realizar mi propio taller.

“No somos una gran empresa, pero tengo el conocimiento y las ganas de continuar haciendo crecer este negocio, desde armar una impresora hasta realizar cualquier prototipo de idea que se tenga para materializarla, porque ahora se puede crear todo lo que uno pueda imaginar”, indicó.

Ricardo ha recibido el apoyo del gobierno estatal, así como del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (CITNOVA), para realizar la primera fase de un respirador mecánico, aunque aún falta conseguir personal especializado para poder perfeccionarlo y llevarlo al funcionamiento.

“Hicimos el desarrollo pero nos dimos cuenta de que nos hacía falta información, a nivel mundial, las personas que se están dedicando a hacerlos involucra a gente especializada, como biomédicos, ingeieros mecatrónicos, personas con muchos conocimientos, y sí, contamos con ingenieros, pero no tenemos la capacidad que tiene la UNAM o el Politécnico que los han realizado”.
“Hay aditamentos que son caros, en dólares, por lo que se elevaban los precios, por lo que quedó como en un prototipo y parte del desarrollo fue nuestro, pero contamos con el apoyo de gobierno estatal, así como de la empresa Jumex”, señaló.

Finalmente, aseguró que esta contingencia les ha ayudo a posicionarse a ponerse retos para que continúe creciendo este negocio que nació de un gusto, “de un don por la tecnología”, por lo que invitó a los jóvenes emprendedores a trabajar en sus ideas y proyectos para seguir haciendo crecer al estado en cuestión tecnnológica y de innovación.

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