Hace 28 años que Amparo padece distrofia muscular progresiva, eso ha provocado que no pueda mover más del 80 por ciento de su cuerpo, lo que la mantiene atada a una silla de ruedas, pese a su discapacidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social en Jalisco no le ha depositado su pensión mensual desde hace siete meses, razón que ha orillado a Amparo a ir en repetidas ocasiones a la clínica 52 para hacer los trámites burocráticos sin obtener hasta el momento una solución.
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Su espalda ya no se sostiene por sí misma, su torso se ha inclinado y desfigurado por lo que cada traslado representa para la mujer de 56 años un viacrucis.
"Ahí puede ver usted si es justo que me hagan ir y que si que no me lastiman. Muy fuertes, muy dolorosos que son. Tengo miedo hasta que me vayan a quebrar en una subida o una bajada”, señaló la mujer.
Además, el IMSS no ha explicado a Amparo el motivo por el que no han depositado su pensión desde octubre.
"Que tengan tantita humanidad y ya me arreglen y no se estén echando la bolita de que a la 52, a la subdelegación que yo no tengo nada que ver nada aquí y que vaya a la otra vez allá, que no que de aquí no es ya", aseguró.
Por si fuera poco, su sobrino Salvador quien era el que la ayudaba a trasladarse al seguro, sufrió hace un mes la amputación de su pierna derecha, a raíz de una infección ocasionada por la diabetes y ahora ya no podrá llevarla a la clínica 52 para insistir al personal administrativo que solucionen lo de la pensión.
Amparo hace un llamado de auxilio al IMSS para que arreglen su situación.
MC