El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) revisará si se puede abrir al público el complejo arqueológico conocido como Tula Chico, mismo que forma parte de la Zona Arqueológica de Tula y que de acuerdo a diversos estudios sobre la extensión y estructura interna de la capital de la cultura tolteca, permitieron establecer que el asentamiento original que abarca una superficie de aproximadamente tres kilómetros cuadrados, siguiendo el cauce del río Tula.
Lo anterior lo señaló Diego Prieto Hernández, director general del INAH, quien recordó que en su momento se desarrolló en esta zona de Tula Chico, un proyecto conjunto con Jóvenes Construyendo el Futuro, a través del cual se hicieron limpiezas y algunas calas.
Dijo que se tendría que revisar a detalle si se le puede dar continuidad al proyecto arqueológico, y consideró que “si es un área muy importante hasta donde ahora no llega la visita del público”.
Confió en que se pueda concretar un proyecto en la materia para Tula Chico y añadió que el INAH es una dependencia garantiza continuidad pues cuenta con 84 años de existencia y eso favorece la implementación de proyectos de largo alcance.
Ejemplificó que en el caso de Chichen Itzá, se abrió recientemente a la visita Chichen viejo, “suena atractivo tener un plan para abrir Tula chico, lo cual significa promover mucho la zona, ya nos ocuparemos de ello”.
Pirámide circular
El complejo denominado Tula Chico se ubica hacia el noreste, y está conformado por una plaza y algunos vestigios, entre ellos una pirámide circular, pero actualmente esta área no está abierta al público.
Luis Alonso León Estrada, jefe del área de Resguardo de bienes culturales del INAH, delegación Hidalgo, señaló que es una zona con reserva de protección, y es que, aunque hay infraestructura, por sus características y antigüedad se le resguarda de manera especial.
Explicó que en esta área por ahora se priorizan los estudios en torno a ella, por lo que por ahora no se contempla su apertura al público, pues además se tendría que crear un plan de manejo para la visita.
Refirió que es un espacio pequeño, sólo hay una pirámide, a la que se le conoce como la redonda o pirámide del caracol, y eso la hace especial en el país pues hay pocas, al tiempo que precisó que la ZAT tiene una doble declaratoria, pues no sólo es un complejo del INAH, sino que también cuenta con su nombramiento como Parque Nacional, por lo que se debe salvaguardar a la flora y fauna.
Diagnóstico necesario
Sobre posibles mejoras para la ZAT, el director general del INAH dijo que el diagnóstico lo debe realizar el delegado en Hidalgo del INAH, Osvaldo Sterpone, y cuando esto suceda se puede determinar si hay riesgos en materia de conservación.
No obstante, no dio a conocer un plazo para que se tuviera este diagnóstico por parte del nuevo encargado del centro INAH en la entidad, pero dijo que estos trabajos preventivos deben ser permanentes pues “evidentemente Tula arrastraba rezagos de décadas, se desatendió por varias décadas y ahora estamos tratando de revertir eso, se actuará”.
Esplendor tolteca
Información de la Mediateca del INAH, explica que los toltecas son el primer pueblo prehispánico, en el centro del México antiguo, del cual hay datos referentes a diversos aspectos de su historia y cultura (nombre de reyes, relatos acerca de la fundación de Tula, sus conquistas y decadencia).
De acuerdo con diversas fuentes escritas, Tula fue la ciudad de Ce Ácatl Topiltzin, rey sacerdote, héroe y uno de los personajes más fascinantes de Mesoamérica, en cuya vida se mezclan la historia y la leyenda. El esplendor de Tula se ubica entre los años 900 a 1000, época en la que la ciudad experimentó una transformación urbana y alcanzó su máxima extensión y apogeo.
Esto indica que fue una entidad heterogénea, con una sociedad diversificada, compleja y dividida en clases. El territorio urbano estuvo organizado en áreas públicas y privadas, espacios abiertos, edificios administrativos y religiosos, zonas de reunión, intercambio y comercio, así como palacios y conjuntos habitacionales de diversos tipos, así como barrios con distintas características y zonas para producción.
Se desconocen las razones de la decadencia y desintegración del estado tolteca, que tuvo lugar en el siglo XII, pero se considera que entre las causas que provocaron su declive estuvo la sobrepoblación y, por ende, la migración de sus habitantes hacia otras ciudades.