A 70 años de su fundación, Ciudad de los Niños de Monterrey celebró la inauguración de su nuevo campus en las faldas del cerro del Topo Chico, el cual brindará educación a más de mil 300 niñas y niños a través de un programa integral desde kínder hasta preparatoria técnica.
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Este ambicioso proyecto inició en el año 2008 bajo la presidencia de Eugenio Garza Herrera, quien recibió la operación de una asociación civil local que atendía un kínder y una primaria en una de las zonas más vulnerables del área metropolitana de Monterrey.
Años después, Francisco Garza Zambrano gestionó desde la presidencia del consejo el comodato de un terreno de 1.6 hectáreas, consolidando la visión de expandir los servicios educativos de la institución.
En 2017, el consejo presidido por Felipe Garza Medina, tomó la decisión de edificar el nuevo campus en el cerro del Topo Chico, zona identificada por autoridades como el quinto polígono de mayor vulnerabilidad económica y social de Nuevo León. Después, pese a los desafíos que representó la pandemia de Covid-19 a nivel mundial, la construcción de las instalaciones comenzó en 2020.
Así, Ciudad de los Niños de Monterrey reafirmó su compromiso de llevar educación de calidad y formación integral a quienes más lo necesitan.
Andrés Garza Herrera, actual Presidente del Consejo de Ciudad de los Niños de Monterrey, informó en 2021 del lanzamiento de una campaña de capital para financiar la construcción, y el 26 de abril del 2022 inició la construcción de lo que hoy se convierte en una realidad.
Durante la inauguración se destacó especialmente la labor de Cecilia Garza Berlanga, presidenta del comité de campaña de capital para la construcción y equipamiento del campus, cuyo compromiso y confianza en la educación como motor de cambio fueron fundamentales para la realización de este proyecto. Los organizadores develaron un muro conmemorativo en agradecimiento a los Donadores Fundadores que hicieron posible esta obra.
Entre ellos se encuentran empresas como Belive Projects, Nest, Fundación de Beneficencia Jesús M. Montemayor, Cemex, Fundación Gonzálo Río Arronte, Fundación Xignux, Ternium, Fundación Coppel, ARCA Continental, ARZYZ, HEB, Acre Residencial, Curtidos Treviño, Grupo Lamosa, Proeza, Alfa Fundación, Grupo Lamosa, AFFLUX, The Home Depot, BASE, sekura aer, Fundación Alberto Santos de Hoyos, Fundación Gigante, Organización Ramírez, Fundación José María Garza Ponce, ICONN, Protexa, Prolamsa, Merco.
Así como la Fundación Rodrigo Barragán, Katcon, Muutrade Financial, Berel, Promotora Social México, ROCA, Grupo San Barr, Treviño Elizondo, Tubacero, Monte Pío Luz Saviñón, VEDAFE, Promax, Fomento Moral y Educativo, FEMSA, BAT y el Club de Futbol Monterrey.
Por último, también se incluyen a CLEBER, Fundación Frisa, Cuprum, Club Rotarios de Monterrey, CPKC, American Chamber, Todo Gas, Fundación IDEI, Reacciones Químicas, Panyolí, Key, Connector, Vynmsa, Grupo Daltile, Cotemar, Asesores en Protección Total, Zubex, Nutec, ARENKO, Whirlpool, Vitro, Coflex, Fundación riisa, Cotemar, Interceramic, y más de 45 personas físicas.
El Padre Ricado Furber, vicario del Opus Dei en México, bendijo las instalaciones escolares para luego dar lugar a emotivos testimonios de los beneficiarios de Ciudad de los Niños de Monterrey.
Entre ellos se encontraba Matías, estudiante de preparatoria técnica en el campus Guadalupe, quien relató las dificultades de viajar dos horas diarias para asistir a clases y expresó su gratitud por el nuevo campus en Topo Chico.
“Gracias a cada uno de ustedes, hoy esa realidad que me ha tocado vivir a mí no será igual a la que le tocará vivir a mis hermanos menores. Gracias a ustedes, ellos podrán tener el acceso a una educación de calidad en la zona donde vivimos y no sólo aprovechar el tiempo para tener una vida más equilibrada y armónica, sino que podrán hacer actividades que les ayudan a ser mejores personas para la sociedad”, dijo el estudiante.
Ciudad de los Niños de Monterrey ha dado un gran paso hacia el futuro con su campus Topo Chico. No obstante, aún continúa con la campaña de capital con el objetivo de recaudar fondos para cubrir gastos pendientes de la construcción, así como para equipar completamente las nuevas instalaciones. Por ello, busca el apoyo de la comunidad y sus benefactores para continuar esta noble causa que impacta en la sociedad regiomontana.
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