En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) registra alrededor de 6 pacientes intubados, cuando en las primeras olas llegó a tener 200 con soporte respiratorio a causa de la pandemia por covid-19, informó su titular del Departamento de Áreas Críticas, Carmen Margarita Hernández Cárdenas.
El hecho de que el INER decida dicha restructura resulta importante a nivel nacional ya que se trata de “un termómetro” de lo que ocurre a nivel nacional, ya que ha sido el epicentro de pandemias como la A/H1N1, luego de la de Sars-Cov-2, causada por covid-19, sin dejar de lado las diversas enfermedades respiratorias graves.
Por ello, explicó, en esta etapa de reducción constante de contagios por covid-19, el INER comenzó una restructuración interna, sin bajar la guardia y basado en un análisis profundo de sus capacidades, basado en desmontar las carpas temporales de la Cruz Roja Mexicana y quedarse con poco 120 ventiladores funcionales de 200, así como con 70 camas críticas, para atender diversas afecciones respiratorias causadas, por ejemplo, por covid, influenza, Enfermedad Obstructiva Crónica, entre otras.
En esta etapa, el INER ha considerado regresar 80 ventiladores mecánicos prestados, entre otros, a la Coordinación de los Hospitales Federales de Referencia que, finalmente, determinará dónde deben reubicarse de acuerdo con la demanda de salud en el resto del país, o retornarse porque estaban bajo préstamo.
“En el INER se tiene planeado que se queden 120 (ventiladores) funcionales, con aproximadamente 70 camas críticas también basales”, explicó en entrevista con Milenio tras referir que, en caso de una nueva emergencia, el Instituto tiene la capacidad de reconvertirse y volver a llegar a los mismos puntos máximos.
Antes de la pandemia, el INER tenía, recordó, 80 ventiladores funcionales, luego creció casi tres veces en su número de aparatos al grado de llegar a atender de 200 a 220 pacientes intubados solo por covid-19; esta última cifra se alcanzó “contando a los pacientes que se iban retirando de la respiración”.
Un número importante de los ventiladores mecánicos, añadió, se ocuparon para los traslados de ciertos pacientes en plena pandemia. “Unos ventiladores son militares y contribuyeron a movilizar a paciente críticos”.
El INER, aclaró, forma parte de los institutos de alta especialización que altos requerimientos de equipos de ventilación mecánica.
“Antes de que empezara la pandemia ya tenía un número de ventiladores importantes, que eran 80, o sea la ventilación útil cambia de acuerdo a requerimientos … ese era el número total que existía pero cuando empezamos a hacer las reconversiones, cuando empezó a haber la masividad de estos pacientes críticos, se concluyó que el Instituto podía llegar a atender a un total de 200 pacientes con ventilación mecánica y aproximadamente un total de 220 pacientes en total contando a los pacientes que se iban retirando de la respiración”, detalló.
Se evaluó, también, el número de camas, de medicamentos, espacio físico, capacidades de gases frescos, personal que atiende a un solo paciente que supera a una veintena de trabajadores, entre especialistas, enfermeras, camilleros, laboratoristas y demás.
En plena pandemia, añadió, se hizo análisis y un cálculo consciente sobre el manejo de pacientes críticos.
“Hay que calcular, por ejemplo, que más o menos un 20 por ciento de los ventiladores pueden no funcionar y que el paciente que requiere de respiración mecánica puede volver a requerirla; que es un paciente muy frágil cuando lo retiras y que puede volver a requerir esa atención.
“Tienes un número de ventiladores que, además, requieren de limpieza y tienes que estar checando, por eso, fuimos de los institutos que hizo todos esos cálculos para contar con los ventiladores disponibles, compensar ese 20 o hasta un 30 por ciento que debía estar bajo mantenimiento”, aseveró.
“En este momento tenemos unos 30 pacientes con ventilación mecánica pero no todos son covid (solo 6 por Sars-Cov-2), sino por una variedad de padecimientos que pueden requerir de ventilación mecánica. Por lo tanto, los ventiladores funcionales andan alrededor de 120 aproximadamente”, comentó.
Y entre los 6 pacientes intubados se encuentran los que determinaron “no vacunarse” o que llegaron por una enfermedad y, al estudiarlos, salieron positivos a covid.
Por ahora, el INER, aclaró, mantendrá sus áreas críticas basales y las dos que generó, la Unidad Post-Quirurgíca y la Unidad de Terapia Intermedia, asimismo, un área intensiva pediátrica. Se ha fortalecido en conjunto aumentado sus capacidades dirigidas a los pacientes críticos.
INER logró en plena pandemia estándares de baja mortalidad
En el INER “la mortalidad del paciente críticamente enfermo dentro del hospital estuvo alrededor de un 30 por ciento, con una sobre vida del 70 por ciento entre pacientes intubados.
“El paciente que no requirió intubación tuvo una mortalidad del 2 por ciento; estos fueron pacientes que no desearon ser intubados”, detalló la titular del Departamento de Áreas Críticas, Carmen Margarita Hernández Cárdenas.
El éxito de la intervención se debió a su organización. “Un paciente que tiene problemas en su función pulmonar es un paciente al cual le está fallando la función respiratoria, la cual el vital y, por lo tanto, es un paciente críticamente enfermo. En esta área intervienen los intensivistas, los neumólogos, los anestesiólogos, internistas que abordan de manera integral al paciente y colaboran en su evolución.
“Hay que tener, además, medicamentos suficientes, capacidad de infraestructura instalada capaz de manejar la presión del número de ventiladores que tú quieras instalar, van a poder ser manejadas. Se requiere tener capacidad de tuberías y de compresores, garantizar la capacidad de producción y almacenaje de oxígeno; garantizar que puedes sostener al paciente desde el punto de vista nefrológico, porque el paciente en ventilación mecánica, tiene alterada su fisiología, todo su sistema, su operación renal, entonces debes poder garantizar que puedes sustituir la función renal y para eso tener nefrólogos y tener un gran equipo de infectología, de microbiología y un laboratorio capaz de correr los cultivos”.
El paciente crítico, subrayó, requiere de un manejo multidisciplinario “no puede faltar ninguna de las piezas, porque eso hace que las cosas sean óptimas”.
Y, por ello, “alcanzamos el número que teníamos previsto para nuestra capacidad instalada”.
La especialista también aclaró que “no hay un plan establecido para volver al INER en un Instituto concentrados y exclusivo para covid, ya que continúa con la atención mixta.
HCM