Ingresos de La Pastora caen pese a récord en inversión

Aunque el gobierno del estado le destinó 105 millones de pesos a su remodelación, la cifra de visitantes iba a la baja desde antes de la pandemia

Se requieren casi 800 mil pesos al mes para la comida de los animales. VÍCTOR GONZÁLEZ Y RAÚL PALACIOS
Luis García
Guadalupe /

Tras una inversión sin precedente, superior a los 105 millones de pesos, el zoológico de La Pastora reabrió sus puertas en abril del 2019, pero ni siquiera esto evitó que las visitas –y por ende sus ingresos– se desplomaran de manera drástica antes de la pandemia.

De acuerdo con un estado de ingresos publicado por el Fideicomiso de Proyectos Estratégicos de Nuevo León (Fideproes), la promesa de “convertir al parque La Pastora en uno de los referentes turísticos del estado” y “crear uno de los mejores zoológicos de Latinoamérica” terminó por morir, al igual que muchas de las especies que habitan el lugar.

En el mes de abril del 2019, cuando reabrió sus puertas, se reportó la venta de 214 mil 526 boletos en la taquilla, lo que generó ingresos por 5 millones 511 mil 25 pesos. Durante ese arranque, también se recibieron 25 mil 846 automóviles en el estacionamiento, que sumaron poco más de 758 mil pesos a las arcas. De hecho, hasta el trenecito se vio beneficiado con el regreso a las actividades, pues lo usaron 5 mil 540 personas, provocando una derrama de 33 mil 228 pesos.

Durante ese mes de arranque, no hubo ingresos por rentas y mantenimientos, ni tampoco en el apartado de diversos, lo que dejó un total de ganancias por 6 millones 302 mil 436 pesos.

Y si bien en ese momento todo parecía marchar viento en popa, para el siguiente mes vino la cruda realidad que aqueja a La Pastora hasta los presentes días.

Mayo trajo consigo una caída del 66 por ciento en la cantidad de boletos vendidos, ya que la taquilla reportó apenas 72 mil 180 entradas al zoológico e ingresos por este concepto superiores a 1.9 millones de pesos. La recaudación por estacionamiento también bajó a 568 mil 260 pesos, producto de que solo se albergó a 15 mil 642 autos.

No obstante, lo peor estaba por venir. El desplome más marcado inició en agosto de 2019, cuando únicamente se vendieron 54 mil 261 entradas, y fue el principio de los problemas financieros para el parque.

Para septiembre de ese año, 36 mil 926 visitantes acudieron al inmueble de la avenida Eloy Cavazos, en Guadalupe; en octubre la cifra bajó a 30 mil 866, en tanto que noviembre y diciembre de hace dos años fueron desastrosos, pues apenas 23 mil 172 y 22 mil 367 visitantes respectivamente compraron boletos para acceder al zoológico.

Si se compara abril de 2019, la fecha en que reiniciaron las actividades tras la remodelación, contra diciembre del mismo año, último disponible por parte de Fideproes, la caída en el número de visitantes es del 90 por ciento, con todo y que las restricciones por el covid 19 no empezarían sino hasta 2020.

La semana pasada, durante los trabajos de transición, el director del Parque Fundidora, Fernando Villareal Palomo (responsable del zoológico desde enero de 2020), declaró que tan solo por gastos en alimentos para los animales se erogan 800 mil pesos al mes, sin contar los sueldos del personal, mantenimiento, entre otros, lo que dispara la cifra de egresos.

Esta cifra es muy cercana a los 945 mil pesos que ingresaron al zoológico en diciembre de 2019, lo que refuerza la teoría de que La Pastora ha dejado de ser un negocio rentable para gobierno del estado.

Durante el periodo entre la reapertura y los meses previos al cierre por la pandemia, se captaron apenas 20 millones de los 105 millones que se le inyectaron.

Un documento de Parques y Vida Silvestre, que antes administraba al zoológico, da cuenta de que esa debacle ya se veía venir.

En la primera sesión ordinaria de la Junta de Gobierno del organismo, celebrada en enero del 2019 –tres meses antes de la reinauguración–, se alertó que para ese año “se proyectó una disminución de ingresos provenientes de taquilla, considerando que a la fecha continúa cerrado el Parque Zoológico La Pastora, aunado a que se desconoce si dicho parque continuará perteneciendo a la administración de Parques y Vida Silvestre”.

Un año después, los pronósticos se hicieron válidos: el zoológico pasó a control del Parque Fundidora y los ingresos se fueron al suelo.


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